Por: Libardo Riaño Castro/ Hace poco, fue el lanzamiento de la nueva película de Disney “Encanto” inspirada en los paisajes y costumbres colombianos, película dirigida por Byron Howard y Jared Bush, con música autoría de Lin-Manuel Miranda, que esta enmarcada en la tendencia de rememorar aspectos característicos de los países latinoamericanos, así como la película “Coco” que muestra algunas de las costumbres de México; aunque a esa lista, se le pueden adjuntar otros títulos como: “Rio” inspirada en Brasil, o “las locuras del emperador”, que refleja diferentes paisajes de Perú y la historia de la civilización Inca.
De manera que no es algo nueva esta tendencia de Disney de retratar aspectos históricos, geográficos, etnográficos y sociales de los países latinoamericanos, pero esta película en particular, no solo llama la atención por mostrar algunos elementos de nuestra idiosincrasia, sino porque a nivel social muestra algunos aspectos de nuestros problemas sociales, así, como reflecta nuestra manera colombiana de afrontar los problemas históricos, y de alguna manera plasma en la trama de la película nuestra “cosmovisión” ante las circunstancias de la vida y de la existencia.
En primer lugar quiero destacar el problema de la violencia y el desplazamiento forzado, pues la familia Madrigal, se vio forzada a salir de su pueblo, por culpa de la violencia, y esto refleja el drama de millones de colombianos que históricamente han tenido que abandonar sus hogares por el execrable flagelo de la violencia, que en la película no señala a ningún autor en particular, y en este aspecto fue muy acertado el director, pues la violencia en Colombia es endémica y tiene múltiples causantes, que han hecho que mas de 8,3 millones de personas hallan sido victimas de muertes y desplazamiento forzado, según los datos oficiales y de la ONU, convirtiendo a Colombia en uno de los países donde existe mas desplazamiento en el mundo.
En segundo lugar, otro aspecto importante que se resalta en la película es la reseña a la Biodiversidad que existe en Colombia, que refleja la inmensa mega diversidad que se evidencia en todo nuestro territorio, en la película se describen países del eje cafetero, palmeras del valle de cocoa, que son las mas grandes del planeta, también se observan la gran variedad de fauna y flora existente en la región amazónica y que decir del pequeño Antonio que vive rodeado de tucanes, tapires, chigüiros, coatíes y un jaguar, el felino más grande de América, y el tercero a nivel mundial después del león y el tigre, además, en una de las escenas se observa el maravilloso rio de los siete colores, ubicado en caño cristales que se ubica en la sierra de la macarena, en el departamento del Meta.
Esta gran Biodiversidad que nos ubica en el ostentoso segundo lugar, después de Brasil que por extensión territorial nos gana, nos invita a todos los colombianos a realizar una reflexión sobre la protección que debemos realizar al patrimonio ambiental y natural que tenemos en nuestra tierra, en nuestro país, ante la asolada exacerbada que las grandes multinacionales por cuenta del TLC (Tratado de Libre Comercio) han causado a nuestra fauna y flora, que han sido pactadas por representantes de nuestro gobierno corrupto, y empresarios ambiciosos que por años, bajo su beneplácito, han aprobado un sistemático holocausto a nuestra fauna y flora, exterminando la herencia natural a nuestra descendencia.
En tercer lugar, en encanto se destaca, la música y el vestuario típico de las regiones colombianas; como, por ejemplo, el vallenato finamente decantado en la canción “Colombia mi encanto” canción de Carlos Vives, nuestro celebre cantante vallenato, que, en su letra y música, refleja nuestra idiosincrasia caribe y tropical.
También hay que destacar la canción de Sebastián Yatra “Dos Oruguitas” que, con su tonalidad y letra romántica, nos muestra el carácter resiliente que nuestro pueblo colombiano ha tenido que saber llevar, para sobrellevar la violencia y tratar de salir adelante ante la adversidad que nos ha tocado vivir en la alicaída y triste historia colombiana.
En cuanto al vestuario, se denota en los trajes de la protagonista Mirabel, que luce un traje al estilo de los campesinos de Vélez Santander, su bolso inspirado en las mochilas wayúu, además, se observan sombreros “vueltiaos” las típicas guayaberas, provenientes de la región caribe, las ruanas de Bruno, que son propias del altiplano cundiboyacense.
En cuarto lugar, no podríamos dejar a un lado la remembranza que hace la película “Encanto” a la gastronomía colombiana, que rinde un homenaje a la arepa colombiana, en su infinita y exquisita variedad, y que constantemente se observa en varias escenas; el Café nuestro símbolo económico y que más bien debería llamársele patrio, este tiene un apartado especial en la película, ya que muestra como desde los niños y adultos lo toman constantemente, además de la geografía típica de los cafetales y de las fincas cafeteras que muestra en el pueblo del madrigal, la casa principal está inspirada precisamente en una de esas haciendas cafeteras de la región del eje cafetero ubicada en el centro de Colombia.
Además de la arepa y el café, la película muestra otras particularidades de la gastronomía colombiana como: los buñuelos, el ajiaco, el maíz, y las macetas dulces del valle del cauca.
Otros aspectos que se expresan en las escenas y que son propios de nuestro país son los silleteros del departamento de Antioquia, el juego del tejo, el agüero de la sal, y las mariposas amarillas que son el símbolo del realismo mágico de nuestro extinto Nobel de literatura Gabriel García Márquez, que inmortalizo en su novela insignia Cien años de Soledad.
Pero hay algo que despierta la atención en la película, y que considero a título muy personal, encierra su verdadero encanto, y sobresale en una de las escenas finales; cuando se pierde la magia que sostenía la casa de los Madrigal, fue el pueblo unido, quien volvió a ayudarlos a reconstruir su hogar, y levantar de nuevo sus cimientos; no fue por medio de un líder que tuviera la fuerza sobrehumana como Luisa, o tuviera el oráculo del destino como Bruno, o la perfección de Isabela, sino uno de carne y hueso, un héroe de verdad como la protagonista Mirabel, que finalmente tuvo la valentía y el coraje para unir de nuevo a su familia.
Hoy, como en encanto, Colombia necesita de la unidad nacional, de suprimir los egoísmos que históricamente han desunido a nuestras regiones, recordar nuestro pasado tempestuoso e inclemente, y entre todos reconstruir nuestro hogar, recordar aquello que nos hace grandes, que nos hace colombianos y colombianas, y nos inste a trabajar por ello, por no destruir la magia y el encanto de nuestro maravilloso país.
Nuestra primera cita con el destino es en marzo en las elecciones legislativas, y luego en las presidenciales, la magia la tenemos cada uno de nosotros en nuestro voto, pero recordemos votar a conciencia, mirar bien, decidir bien, no por mas de los mismos que a diario han contribuido con el desgarbo de nuestra patria.
Es momento de volver a nuestro país un verdadero encanto real, y no, un encanto de ficción.
…
*Docente, Comunicador Social, Educomunicador.
Twitter: @libarrc
Instagram: @libarrc
E-mail: lrianoc@unadvirtual.edu.co