Por: Holger Díaz Hernández/ “Todos los grandes cambios están precedidos por el caos”: Deepak Chopra.
Las perspectivas de crecimiento de la economía en el país no pueden ser más halagüeñas, de acuerdo a los más recientes reportes del Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) que realiza el DANE, este año creceremos por encima de lo registrado en la prepandemia y terminaremos el año entre las mejores economías del planeta.
En el 2020 la contracción económica del país fue de -6.8%, la más baja en la historia, incluso por encima de las crisis hipotecarias de los 90s, en el 2021 a pesar del impacto en el primer semestre de la Covid-19 que produjo cientos de miles de casos positivos y miles de muertes; y de los efectos negativos del paro nacional que afectaron la economía de manera grave, la confianza de los empresarios y comerciantes ha mejorado de manera significativa en los últimos tres meses.
El impulso viene de sectores tan importantes como el del comercio, turismo, transporte y alimentos. Todos estos han crecido tras el levantamiento gradual de las medidas de restricción por la pandemia y se ha generado una oleada de optimismo no vista hacia un largo tiempo.
El país en los últimos años ha tenido un manejo responsable de la economía que lo posiciona entre los que más crecen en América Latina, región que lo está haciendo por encima del promedio mundial, al 6,4%; liderados por países como Panamá, Perú, Colombia y Chile que estarán por encima del 9%.
Entidades como Fedesarrollo, BBVA y Credicorp han aumentado las perspectivas de crecimiento para Colombia de 7,2 por ciento a 9,5 por ciento, estas proyecciones han venido aumentando y no sería raro alcanzar la mágica cifra de dos dígitos, como una de las mejores noticias para el país en medio de la crisis política y de seguridad que vivimos en la actualidad.
Factores como la reapertura de la economía, los avances significativos en las tasas de vacunación, la disminución del impacto de la pandemia en los últimos meses y el aumento del gasto de los hogares han incidido en una mejora significativa en los indicadores económicos.
Otros factores de carácter internacional como la mayor demanda de bienes y servicios en los países más ricos han llevado a niveles no vistos desde hace varios años del precio del petróleo, carbón, oro y el cobre, con lo cual nuestras exportaciones en estos rubros harán del 2021 un año excepcional y si le sumamos la muy buena cosecha de café que se está recolectando y el aumento en la demanda de nuestras materias primas, redondearemos estas cifras.
Preocupan los niveles de desempleo, ya que a pesar de la recuperación aún está por encima del 12% y la situación crítica de muchos de los hogares de los estratos 1, 2 y 3 donde las condiciones precarias de su ingreso persisten a pesar de los ingentes recursos invertidos por el gobierno a través de sus programas sociales.
En deuda están las entidades que tienen como objetivo el recaudo de los impuestos, porque seguimos teniendo unos de los niveles de evasión más altos del mundo, amnistías tributarias que solo benefician a algunos sectores, los más privilegiados por lo general y los días sin IVA que generan un balance agridulce, ya que, si bien es cierto que dinamizan la economía, esto no genera ingresos al estado y la mayoría de los artículos incluidos son bienes importados.
Muy importante recordar que los expertos vaticinan un nuevo pico del virus, que no se ha ido y podría generar muchas más muertes principalmente entre los escépticos y anti vacunas, un nuevo cierre de la economía sería fatal ante el buen momento que vivimos.
“Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma”: Julio Cortázar.
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*Médico cirujano y Magister en Administración.