El éxito o no de la implementación del Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador depende de la fuente que se consulte.
Desde hace un mes, los salvadoreños usan la criptomoneda más popular del mundo como medio de pago oficial. Para muchos ha sido un paso hacia la innovación, pero para otros ha sido difícil adaptarse.
El Gobierno dice que diariamente se envían un par de millones de dólares por migrantes que utilizan la criptomoneda, en un país en el que una quinta parte de las familias depende de las remesas.
Pero apenas una fracción de las empresas de la nación centroamericana ha aceptado el pago por este medio y los problemas técnicos en la aplicación de criptomonedas del Gobierno, denominada ‘Chivo’, han llegado a frustrar incluso a los usuarios más comprometidos con la tecnología.
«Todavía no estamos seguros de los beneficios que esperaba el Gobierno», manifestó Leonor Selva, de la Asociación Nacional de Empresas Privadas, uno de varios grupos empresariales que sigue siendo escéptico sobre el lanzamiento.
Por el contrario, Juan Moz, un trabajador de la construcción que ha vivido en Estados Unidos desde 2005, eligió recientemente a ‘Chivo’ para enviar remesas a su familia, una decisión que, según él, le ahorra hasta 18 dólares en comparación con los servicios tradicionales de transferencia de dinero. «Definitivamente voy a seguir usándolo», dijo en una entrevista telefónica desde San Francisco.
Hay quienes han informado de irregularidades en las transacciones e intentos de robo de identidad, algo que el presidente Nayib Bukele ha culpado a la alta demanda, al tiempo que se defiende de sus detractores.
Según el jefe de Estado, tres millones de personas han descargado ‘Chivo’, unas 500.000 más de las previstas inicialmente y una cifra equivalente a la mitad de la población, mientras que la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social encuestó a 233 empresas de diferentes sectores para descubrir que el 93% de las empresas no informa pagos con bitcoins.
Hoy un Bitcoin cuesta 27,2% más que hace un mes
Según la agencia ‘Bloomberg’, un día antes de que El Salvador adoptara el Bitcoin como divisa, su precio superaba los 50.000 dólares y en una sola jornada cayó más del 17%. Después de varios altibajos, la criptomoneda se acerca a los 55.000 dólares.
El Gobierno de Bukele espera que 2,5 millones de salvadoreños que viven en Estados Unidos eventualmente envíen remesas a través de ‘Chivo’.
Hasta ahora, se han instalado 30 cajeros automáticos de Bitcoin para enviar remesas en Atlanta, Chicago, Houston y Los Ángeles.
Sin embargo, la mayoría de las remesas anuales de 6.000 millones de dólares de El Salvador, aproximadamente una cuarta parte del Producto Interno Bruto de la nación, todavía proviene de transferencias de dinero y muchos desconfían de la volatilidad de la criptomoneda.
El Fondo Monetario Internacional es uno de tantos escépticos. Recientemente, aseveró que la adopción de monedas digitales en los países emergentes podría socavar los controles cambiarios y de capital y alterar la estabilidad financiera.