Luego de 16 años de mandato de Angela Merkel, en los que su dominio europeo cortó de cuajo las aspiraciones electorales de sus rivales en Alemania transformando la renovación de la Cancillería en un trámite predecible, los comicios que se definirán este domingo han hecho tambalear la seguridad del la CDU.
A pocas horas de que se abran las urnas, la canciller salió al rescate de Armin Laschet, el poco carismático candidato de la Unión Demócrata Cristiana a quien la intención de voto lo ubica por detrás de Olaf Scholz, quien ha sabido capitalizar el descontento contra su principal rival.
La postura de Merkel en la campaña dio un giro brusco, luego de que no apareciera ni emitiera opinión hasta la recta final y ahora juega sus cartas para capturar los votos de los ciudadanos indecisos. Para eso, este sábado estuvo presente en un mitin, el último en esta víspera, junto a Laschet en Aquisgrán, el lugar natal del pretendiente, próximo a la frontera con Bélgica y Países Bajos.
«Laschet es garantía de estabilidad»
La canciller reafirmó en el evento del sábado el mismo discurso que expresó el viernes, en Múnich, donde llamó a votar al candidato del CDU para tener la continuidad de su gestión. «Para que Alemania siga siendo estable tiene que gobernar Armin Laschet», afirmó sin vacilaciones.
Y es que el convencimiento y la popularidad de Merkel (deja el cargo con casi 70% de aprobación) no ha ido por arrastre a Laschet, obligando a la aún vigente mandataria a tomar partido activamente de la campaña de su coalición.
En Aquisgrán, describió las características políticas de Laschet, a quien denominó como alguien capaz de «tender puentes» y que defiende «con pasión y corazón» el espacio al que pertenece.
También destacó su mandato en Renania del Norte-Westaflia y el papel activo de Laschet por la cohesión de una Europa unida, uno de los principales legados del liderazgo de Merkel y quizás su principal premisa en cuanto al papel de Alemania respecto a la Unión Europea durante todo su mandato.
Luego de semanas de escaso apoyo y nula aparición mediática junto a Laschet, la canciller se mostró en cuatro actos en seis días, siendo un miembro activo de la recta final rumbo a los comicios que definirán el nuevo rumbo de la principal potencia de la Unión Europea.
El hombre de CDU es el elegido por la coalición para ir por la Cancillería y tomar el legado de Angela Merkel, una situación compleja debido al espacio que habrá que ocupar luego de la salida de la líder, que ha marcado un antes y un después para Alemania y el bloque comunitario.
Sin embargo, Laschet no llega de la mejor manera a los comicios, debido a que su imagen se vio desgastada en los últimos meses pese a tener un perfil conciliador y diplomático, con similitudes al de Merkel en este sentido y con posturas positivas como su apertura a la migración. De hecho, fue de los pocos que apoyaron a la canciller cuando abrió la frontera para los refugiados.
Laschet llega con una imagen debilitada
Gobernador desde 2017 de Renania del Norte-Westaflia, el estado con mayor población en Alemania, debió optar por un perfil más bajo, cauteloso, para generar aceptación en la opinión pública luego de episodios que le produjeron críticas o limaron su figura.
La primera fue la interna contra Markus Söder, un hombre pesado dentro de los conservadores, con el que dirimió la candidatura. Aunque fue el elegido, la disputa tensa y ventilada afectó su simpatía ante el pueblo alemán y lo debilitó como una persona sin el respaldo total de su frente político.
Posteriormente, un deficiente manejo de la pandemia en su distrito y las inundaciones de julio hicieron dudar de su jerarquía como comandante en las crisis. Por último, el pico máximo de desavenencias llegó cuando las cámaras lo enfocaron riendo en un evento homenaje a las víctimas de las inundaciones.
El hecho de jugar en el mismo equipo que Merkel no fue suficiente para paliar los contratiempos y las dudas que se sembraron en los votantes. En este panorama, la canciller debió salir públicamente y reiteradas veces para intentar retener la Cancillería para la Unión Demócrata Cristiana.