Lejos de recuperarse el empleo, crece la informalidad. Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que en América Latina persisten condiciones que favorecen la informalidad y que en números representa más del 70 % de los puestos de trabajo.
Vinícius Pinheiro, director de la OIT para América Latina y el Caribe, afirmó que «todavía hay una brecha muy considerable de 14 millones de empleos perdidos», y que la desocupación y la baja en la participación laboral aún persisten.
El estudio -titulado «Empleo e informalidad en América Latina y el Caribe: una recuperación insuficiente y desigual»- señala que la región sufrió «una caída en el nivel de actividad económica que no tiene precedentes en la historia regional», al llegar al 7 %, así como una reducción de la tasa de ocupación del 10 %.
Según el estudio, 26 millones de empleos se perdieron durante el 2020 por el impacto de la pandemia y la recuperación del empleo no se va a dar antes de 2024 o 2025, pese al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de varios países.
«Lo que está ocurriendo es, o la recuperación de los mismos empleos informales o un empeoramiento de los niveles de informalidad», declaró. Según el representante de la OIT esto «fue lo que dejó precisamente a la región vulnerable frente a la pandemia», sumado a la protección social, que solo llega al 40 % de la población.
El informe señala que los más afectados en su situación de empleo por la pandemia han sido las mujeres, los jóvenes y las personas con menores calificaciones. “El impacto desproporcionado de la pandemia sobre la juventud es una bomba de tiempo que podría afectar la estabilidad social y económica en América Latina», señaló Pinheiro.
La reducción de la ocupación entre el primer y segundo trimestre de 2020 llegó a más de 43 millones de empleos, y la posterior recuperación al primer trimestre de 2021 fue de alrededor de 29 millones, dejando una brecha de 30 % de empleos perdidos, que aún no se han recuperado.