El intercambio de disparos transfronterizos entre militares israelíes y cientos de palestinos, que participaban en una protesta convocada por Hamas, terminaron en una nueva ronda de ataques aéreos sobre la Franja de Gaza.
Tras horas de choques violentos, las hostilidades escalaron cuando el Ejército de Israel informó que bombardeó objetivos de Hamas en el empobrecido enclave palestino.
La fuerza armada israelí señaló que actuó en respuesta a los disparos lanzados desde Gaza y que dejaron gravemente herido a uno de sus soldados. «Aviones de combate israelíes atacaron cuatro sitios de fabricación y almacenamiento de armas pertenecientes a Hamas», comunicó.
Por el momento, no hay reportes de víctimas o heridos producto de la operación aérea, pero la ofensiva podría escalar.
El portavoz de Hamas, Fawzi Barhoum, aseguró que los nuevos bombardeos muestran que Israel está «tratando de encubrir su fracaso y decepción frente a la firmeza de nuestro pueblo y su valiente resistencia».
Un soldado israelí y 41 palestinos heridos
Los ataques aéreos se produjeron horas después de una protesta en Gaza, convocada por los gobernantes islamistas del enclave, para conmemorar el incendio de la mezquita Al-Aqsa, en Jerusalén, que ocurrió hace 52 años.
Cientos de palestinos se reunieron cerca de la frontera fuertemente resguardada, donde algunos intentaron saltar la valla fronteriza y otros lanzaron cocteles molotov contra las tropas israelíes, informó el Ejército.
«Las tropas de las FDI (militares israelíes) respondieron con medios de dispersión antidisturbios, incluso con fuego real cuando fue necesario», reconoció en un comunicado la institución que destacó que uno de sus soldados resultó herido de gravedad.
Pero tras las acciones desde el lado israelí, al menos 41 palestinos resultaron lesionados. Entre ellos 15 menores de edad, dos de ellos en estado crítico, según indicó el Ministerio de Sanidad de Gaza, que añadió que la mayoría de las otras heridas fueron moderadas, incluidos disparos en las extremidades, la espalda y el abdomen.
El nuevo estallido de violencia se produce exactamente tres meses después de que Israel y los dirigentes de Hamas llegaran a una tregua, después de que en mayo las dos partes vivieran sus combates más letales en años.