Por: Hugo Hernando Bernal Vallejo/ Un museo es una institución pública o privada, permanente, con o sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, y abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica, expone o exhibe, con propósitos de estudio y educación, colecciones de arte, científicas, entre otros, siempre con un valor cultural.
Los museos exponen conjuntos de objetos e información que reflejan algún aspecto de la existencia humana o su entorno. Es la conservación y difusión de la memoria de la humanidad para futuras generaciones. En esencia, pretende recordar e interpretar el pasado a partir de un objeto cultural.
Memoria, identidad y cultura son tres términos importantes que debemos conocer. No hay cultura donde no hay memoria; no hay identidad donde no hay memoria y se admite que no hay identidad sin memoria. La memoria es el ser ontológico de la personalidad individual o colectiva; la memoria descifra los estados sociales de la cultura grupal.
No hay tiempo sin memoria. Donde hay pueblo hay memoria. La memoria es la medida de todo lo que nos hace humanos. No hay humanidad sin memoria. Memoria viene del latín y significa “el que recuerda” y recuerdo significa “volver al corazón.
El ser de la memoria, es también la memoria del ser. La memoria colectiva define la identidad y la identidad es el patrimonio cultural. El origen latino de la palabra patrimonio significa “recuerdo de los padres” y esto es, precisamente memoria.
Una frase, muy conocida, dice: El que no conoce la historia está condenado a repetirla.
Cada grupo social tiene un pasado y cada generación debe conocerla para que a partir de ella viva el presente y construya el futuro. Si no se conoce el ayer seguirán viviendo en el pasado y no habrá progreso.
Sin memoria histórica no se sabe para dónde se va y cualquier camino es bueno. La memoria de una sociedad se encuentra en los museos y es allí donde las nuevas generaciones van a conocer la realidad de los actos y hechos de sus antecesores, bien para repudiarlos o bien para honrarlos y tenerlos como ejemplo de vida.
En Barrancabermeja no hay museo que refleje la historia precolombina, el descubrimiento, la conquista la época colonial, la independencia y la evolución de nuestra ciudad. Para mí, el museo del petróleo solo exterioriza la historia de la industria del petróleo, pero no lo nuestro, aunque tuvo gran incidencia al principio de la municipalidad. El petróleo, fue bendición y fue maldición.
Mucho de nuestro origen y evolución se encuentra en los libros, eso es una cosa, otra cosa, es que uno vea o toque la historia, bien por objetos indígenas descubiertos o por reproducciones de cómo eran los rasgos físicos de un indígena Yariguies o pinturas de artistas barranqueños etc.
Crear un museo es una gran responsabilidad; implica un trabajo de coleccionar elementos materiales que exteriorice información sobre hechos del pasado o acciones de los personajes que la vivieron y sus repercusiones en la vida de la comunidad en esa época.
Coleccionando las piezas históricas, el museo tiene el deber de conservarlas, no solo es el mantenimiento físico del objeto sino la protección de los mismos, como por ejemplo los vestigios que se han encontrado de la tribu que pobló la región donde hoy está Barrancabermeja.
No se requiere mucho cacumen que, si existiendo en nuestra ciudad una institución que se preocupe por coleccionar los vestigios de nuestra historia y tradiciones y las conserves, se forme una generación preocupada por estudiar e interpretar nuestra historia para tener un mejor futuro, a partir del conocimiento de quienes somos y de dónde venimos y fijar estrategias para saber hasta dónde podemos llegar. EI museo debe poner a la disposición del público su colección, debidamente conservada, y proporcionarle información sobre la misma, producto de sus investigaciones.
Con un museo en Barrancabermeja muchos de nuestros artistas como Cesar Barros, José Arrieta Corena y muchos barranqueños más, tendrían un espacio, donde puedan exponer sus obras y donde los nuestros trasciendan su mera materialidad a través de la expresión artística o escultórica. Barrancabermeja es una ciudad de grandes artistas, que están dejando huella en el mundo y no lo estamos registrando para nuestros hijos.
Parece, digo yo, que ni a los alcaldes ni Gobernadores y políticos en general les interesara invertir en la cultura, optando por utilizar los recursos eventos fiesteros temporales, algunos importantes para el folclor, pero olvidando que no son eventos perdurables en el tiempo. La cosa esta grave.
Confiemos que, en algún proceso político, un barranqueño con sentido de identidad y pertenencia tome la bandera de la creación de un museo en Barrancabermeja, para tener la esperanza que de allí en adelante vendrán buenos tiempos para “la capital petrolera” con riqueza mineral pero pobreza cultural; jolgorio no es cultura y menos tocar un instrumento musical o escribir un poema o una canción. La cultura como sistema o unidad nace por el ser humano y para el ser humano mejorar su condición existencial.
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*Abogado, poeta e investigador cultural.