Por: María Isabel Ballesteros/ Dicen que los seres humanos nunca estamos conformes: Llegó una pandemia que jamás imaginamos, de la que en un principio solo teníamos preguntas y ansiosamente esperábamos cura y luego, no alcanzó el gobierno a iniciar negociaciones para adquirir la vacuna, cuando ya se especulaba sobre su eficacia y la capacidad del sistema de salud para cumplirle al país.
Inicialmente, con el talento humano disponible se proyectó un cronograma de vacunación que estimaba la aplicación diaria entre 170 a 180 mil vacunas y aunque Minsalud ha declarado, recientemente, que el sistema estaría en capacidad de llegar a colocar por día hasta 300 mil dosis, el 30 de julio se batió una cifra récord llegando a colocar 550.832 vacunas, según confirmó el ministro Fernando Ruíz.
Por ello, resulta paradójico observar que luego de la traumática experiencia que hemos vivido como humanidad, por causa de este virus, figuras como el señor Gustavo Petro salgan a decir, sin ningún fundamento científico y de manera tan irresponsable, que las vacunas no sirven para defendernos de variantes como la delta y justo en un momento en el que ha descendido, notablemente, el número de personas que asisten a los puntos de inmunización.
Evidentemente, las noticias falsas continúan tergiversando el tema de las vacunas e influyendo en las personas para que adopten todo tipo de objeciones al respecto, que van desde creer que contienen oxido de grafeno, metales pesados o microchips, hasta los que piensan que alteran el ADN humano, la fertilidad y los que por motivos religiosos o ideológicos las rechazan. Por ello, en vez de prestar atención a tantas informaciones malintencionadas, me pareció conveniente considerar las principales dudas que nos plantea este tema y que nos pueden ayudar a tomar la mejor elección.
Según la OMS ninguna vacuna disponible nos da el 100% de inmunidad, aun pasadas las dos semanas mínimas que se requieren para alcanzarla en cualquier esquema completo de vacunación, pero lo cierto es que al aplicarlas disminuimos el riesgo de enfermarnos gravemente y morir por causa del Covid. Además, las cifras demuestran que a medida en que se ha venido inmunizando a la población ha bajado la curva de contagios y muertes, hemos evitado que colapse el sistema de salud y que el virus siga mutando y generando cepas más contagiosas.
Todas las vacunas, ya sean para combatir el Covid u otras enfermedades, pueden generar efectos secundarios leves o moderados y rara vez causan reacciones alérgicas graves (o anafilaxia), cuya probabilidad es de 2 a 5 en un millón, así como los episodios de miocarditis o pericarditis; sin embargo, si Ud. presenta antecedentes de síndrome de fuga capilar, aunque a la fecha no existe relación causal de los biológicos de AstraZeneca y Janssen con esta preexistencia, la Agencia Europea de Medicamentos sugiere, de manera preventiva, tomar otra opción para inmunizarse.
De igual manera, si se siente inseguro por las informaciones que han surgido sobre biológicos como los de Pfizer o Sinovac, por requerir supuestamente un tercer refuerzo para alargar el tiempo de inmunidad, recuerde que mientras aparecen estudios conclusivos con respecto a ello, en el país tenemos tres opciones más disponibles.
Aunque todas las vacunas son aprobadas, según el científico Manuel Elkin Patarroyo, en su más reciente entrevista con Semana TV, “las más limpias en su producción son las de Pfizer y Moderna”, pues manejan la tecnología ARN mensajero que a través de una proteína, creada en laboratorio, se inyectan directamente a nuestras células musculares para reproducirse y desencadenar una respuesta inmunitaria, dentro del organismo, mientras que las vacunas de Sinovac o AstraZeneca utilizan el método tradicional, inyectándonos un germen atenuado o inactivado que proviene de la aplicación previa en animales.
Todas las vacunas adquiridas por el gobierno nacional han probado su eficacia para combatir las nuevas variantes del coronavirus, por ello el seguimiento, la compilación y el análisis de los datos sobre las mismas y las pruebas diagnósticas del Covid, continúan, así como los biológicos son sometidos a un proceso de vigilancia permanente, con el fin de detectar posibles efectos adversos y garantizar su efectividad.
La vacuna de Moderna demostró resultados del 94,1% en la prevención de casos de Covid-19, está aprobada por la OMS en la lista de uso de emergencia y ha sido evaluada en calidad, seguridad y eficacia por las agencias de salud en Canadá, Israel, Unión Europea, Reino Unido, Suiza y Singapur. La vacuna de Janssen, por requerir solo de una dosis, es ideal para aplicar en zonas rurales de difícil acceso, con problemas de orden público y para los migrantes.
El Covid-19 llegó para quedarse por largo rato, por ello debemos aprender a convivir con el virus, pues la historia nos ha mostrado lo difícil que es erradicar por completo algunas enfermedades. Esto implica que debemos seguir manteniendo las medidas básicas de bioseguridad como el uso de tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento social, pues sabemos que aún vacunados podemos infectarnos y afectar a los demás.
Es evidente que con las más de 27 millones de dosis aplicadas a julio de 2021 y los 12.057.314 esquemas completos de vacunación, lograremos alcanzar la meta de 35 millones de colombianos inmunizados para fin de año, a pesar de todos los contratiempos que se han presentado en un proceso sin precedentes como este.
Minsalud anunció la vacunación abierta para todos los colombianos, finalizando agosto, y aunque no se ha llegado a tomar medidas de obligatoriedad, el ministro Ruíz nos recordó que “El principio fundamental del Plan Nacional de Vacunación no es el derecho individual, sino el interés general”, por lo cual debemos olvidar las excusas y los prejuicios teniendo presente que nunca es tarde para inmunizarse y, en resumidas cuentas, la peor vacuna es la que no se aplica.
…
*Asesora en Sistemas Integrados de Calidad
Twitter: @Maisaballestero
Instagram: @Maisaballesteros
Fan page: Facebook.com@Maisaballesteros
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).