Empecemos por contextualizar en una frase sencilla lo que ha significado El Carrasco: un botadero de basura a cielo abierto, ahora relleno sanitario cuyo origen se remonta a 1978, y que desde entonces ha sido destinado para la disposición de los residuos sólidos que se generan en la región, situación que con el tiempo se ha convertido en una problemática de tipo ambiental, social y jurídico.
En su génesis ha presentado diversos traspiés de orden técnico y legislativo, ya que no ha cumplido con las exigencias de las autoridades ambientales competentes, y pese a que ya cumplió su ciclo de vida sigue funcionando aun cuando tiene sobre su espalda la declaratoria de emergencia sanitaria.
VER: Revista Corrillos – Edición 33
De hallazgos y otras consideraciones
Desde el año 2014 la competencia para el manejo de la situación del Carrasco quedó en manos de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, luego de los inconvenientes surgidos entre la Cdmb y el Área Metropolitana.
Fue así como El Carrasco operado por la Empresa Municipal de Aseo de Bucaramanga – Emab, fue objeto de seguimiento a través del mecanismo de oralidad, diligencia en la que autoridad nacional le hizo 30 requerimientos a la EMAB. En la audiencia de seguimiento, en estos requerimientos de los medios físico, biótico y socioeconómico, algunos de ellos reiterados, se evidenció el incumplimiento de las obligaciones consignadas en los diferentes actos administrativos emitidos por esta Autoridad.
Otro de los requerimientos críticos tuvo que ver con el medio físico, es decir el manejo de saturación de lixiviados, sobre el cual se desconocen las medidas de carácter urgente, que fueron solicitadas a la EMAB para remediar los afloramientos, fugas, vertimientos irregulares y la capacidad insuficiente evidenciada de almacenamiento de estas sustancias.
Así mismo la autoridad nacional tampoco encontró los registros dentro del Plan de Manejo Ambiental – PMA de 2014 de mediciones de la calidad del aire para analizar el material particulado, los monitoreos de sedimentos acumulados de materiales como plomo, fenoles y mercurio, en la quebrada El Carrasco, entre otros.
Sobre la presentación de los planos récord con la localización del sistema para el manejo de gases y aguas lluvias de toda el área de disposición El Carrasco, no se encontraron en los informes mensuales del PMA de los años 2017 y 2018.
Se requirió a la EMAB la presentación de los monitoreos de calidad de aguas, teniendo en cuenta la ampliación de la red de monitoreo de aguas superficiales y subterráneas, la ejecución de estos dos veces al año en períodos de invierno. De igual forma que informara sobre el estado de sus instrumentos de medición geotécnica, así como la instalación de nuevos mecanismos que permitan analizar las otras celdas de contención.
Para la Anla es de gran preocupación que la empresa de aseo de Bucaramanga no haya entregado los diseños definitivos para la contención de lixiviados debido a la inestabilidad del terreno que evidenció la visita y que llevó a la autoridad nacional a presentar un llamado urgente para terminar uno de los diques y el box coulvert, que ayudaran a mitigar el problema.
Los días 28 de marzo y 25 y 26 de junio de 2019 el equipo técnico de la Anla realizo unas visitas de seguimiento ambiental al proyecto y que están relacionadas con la etapa de desmantelamiento y abandono.
Durante el proceso de seguimiento, el personal experto de la Anla evidenció que el nivel de cumplimiento del plan dejó de lado variables muy importantes como la “evaluación cuantitativa de las amenazas derivadas de las actividades operativas hacia el medio ambiente, la realización de un análisis cualitativo y cuantitativo de riesgos y la generación de medidas de prevención y seguimiento a las medidas de los riesgos identificados”, entre otros.
¿Algo a la vista?
Según el juez Jhon Avendaño, del Juzgado 15 Administrativo de Bucaramanga, “la fecha final del sitio de disposición El Carrasco es el 13 de agosto del año 2021 a las 23:59 minutos, y no se podrá ni deberá disponer residuos sólidos, salvo que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, lo manifieste”. Siendo además una medida que el Tribunal Administrativo de Santander había ordenado tras una acción de cumplimiento interpuesta en el 2011 por los habitantes del barrio Porvenir. Así las cosas, El Carrasco tiene sus días contados y las basuras del área metropolitana y de 14 municipios más de la región no tendrían dónde depositarse ni disponerse.
Más que buscar alternativas para la disposición final de los residuos sólidos, las autoridades municipales han enfocado sus esfuerzos en la ampliación de plazos para darle continuidad ‘a la vida útil’ de El Carrasco. No obstante, la Anla negó, a través de comunicado oficial, la solicitud de ampliar plazo de operación del relleno sanitario, luego de que la Alcaldía de Bucaramanga le hiciera dicha solicitud para ampliar el plazo de operación hasta octubre de 2022, fecha que coincide con el decreto de emergencia como plazo. Sin embargo, la Anla determinó que ampliación del plazo es competencia de la autoridad ambiental regional.
El año pasado la autoridad nacional ambiental indicó que el cierre de operación de relleno debió terminar el 3 de mayo de 2021. Luego la Alcaldía emitió el 31 de agosto de 2020, emitió un decreto de emergencia en el que establece que la disposición de residuos sólidos en el relleno sanitario El Carrasco podrá hacerse hasta octubre de 2022 y cuenta con los conceptos del Comité Municipal de Gestión del Riesgo y el Comité Epidemiológico.
“La Anla evaluó la solicitud y consideró que, de acuerdo con las características técnicas de la misma, el competente para definir su viabilidad es la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) como autoridad ambiental regional”, explicó el subsecretario de Medio Ambiente del municipio, Helberth Panqueva.
¿Quién asume?
Aun cuando la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales dejó en claro que no era la competente para autorizar la ampliación del plazo de operación del relleno sanitario, que culminaba el pasado 3 de mayo, el municipio está amparado por el Decreto de Emergencia 0365 de 2020 que estableció, 24 meses para realizar la disposición final en dicho relleno.
Por su parte la EMAB, y la Alcaldía Municipal le solicitaron a la Autoridad Nacional Ambiental la ampliación de seis fases de la celda dos, donde actualmente se disponen los residuos para garantizar el cumplimiento del plazo de 24 meses establecido en el Decreto de Emergencia, con el fin de continuar con el Plan del Cierre ordenado judicialmente.
La solicitud fue evaluada y en tal sentido, la Anla consideró que, de acuerdo a las características técnicas de la misma, la competencia de esta viabilidad recae en la CDMB como autoridad ambiental regional. Este medio consultó algunas fuentes de la Corporación, quienes sostuvieron que la competencia para hacer pronunciamientos sobre la problemática de El Carrasco, es de la Anla.
Por lo pronto en el periodo de emergencia sanitaria, el trabajo se ha focalizado a la gestión integral de residuos fortaleciendo el reciclaje, tratamiento de orgánicos a través de compos y biodogestión, entre tanto se evalúan nuevas tecnologías para la disposición final y la búsqueda de un sitio que permita la construcción de un proyecto de gestión industrial de residuos, pues es de considerar que son 530 toneladas diarias de basuras que produce la capital santandereana.