Por: Raúl Eduardo Barba Rueda/ Tuve el privilegio de estudiar en el Colegio de los trabajadores de Ferticol, debido a que mi padre en sus inicios laborales fue trabajador de Fertilizantes Colombianos.
Su aprecio por la empresa permitió que allí cursara primero, segundo y quinto de primaria, éramos pocos los “particulares”, es decir quienes nuestros padres no eran empleados en ese momento de la fábrica, ya que en su gran mayoría todos los alumnos eran hijos de trabajadores.
Recuerdo en particular las horas de descanso donde se nos permitía jugar futbol en canchas de tierra bermeja (rojizas) lo cual suponía todo un desafío para mi madre a la hora de mantener el uniforme blanco de educación física en óptimas condiciones.
Mis recuerdos de niñez pasan por una factoría operando a su máxima capacidad y en su esplendor, hoy es lamentable el estado de la fábrica, a la cual, Ecopetrol, y luego la Gobernación y demás propietarios (Unipaz), dejaron en el abandono.
Primero, fue Ecopetrol quien, con su transformación a una empresa por acciones durante el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, dispuso que la estatal saliera de activos no estratégicos para su negocio, en este caso Ferticol era uno de ellos, entregándole su participación a la gobernación.
El abandono de la empresa supuso la incertidumbre para sus trabajadores aún pendientes por definir su situación laboral, otros en espera de que Ferticol se ponga al día con las deudas de seguridad social para poder obtener los beneficios de su pensión, en fin, ellos han sido los más damnificados.
Mientras tanto los diversos Gerentes designados se pasearon por la empresa haciendo de las suyas y desmembrando la factoría, vendiendo terrenos a particulares sin resolver los pasivos laborales.
Hoy el escenario es de no retorno y aportas de una liquidación, pensar en reactivar la antigua fábrica es imposible, no se necesita ser experto para evidenciar el alto grado de deterioro y la perdida de equipos y cableado sumado a que el desarrollo urbano informal de la ciudad genera una presión a lo que antes era un suelo industrial activo.
Ferticol tiene tres elementos de gran valor que aún tienen posibilidad de permitir el resurgimiento de una nueva empresa:
1- El conocimiento y experiencia de sus trabajadores.
2- La marca y las licencias de comercialización de productos.
3- Los terrenos de la fábrica.
Sin embargo, es imperativo, detener la venta individual de predios que ha venido siendo la estrategia de los diferentes gerentes para dizque recuperar caja, cuando lo que han hecho es desmembrar la gallina de los huevos de oro.
Siendo una de las áreas urbanizables mas importantes para la ciudad, los predios de Ferticol pudieran ser la solución al déficit estructural de vivienda en el puerto petrolero que, según el POT en 2016, era de mas de 10.000 unidades.
Como se haría, pues sencillo creando una empresa mixta de gestión inmobiliaria que se encargue de desarrollar un ambicioso proyecto inmobiliario de viviendas para el municipio de Barrancabermeja, con los recursos que genere el proyecto inmobiliario se apalancaría la construcción de una nueva factoría en otra localización.
Esta nueva localización deberá ser próxima al Puerto Impala y al corredor de la línea de gas para el abastecimiento de la nueva planta que deberá superar las limitaciones de diseño que tenia la factoría anterior que se quedo en un proyecto piloto, por lo cual la capacidad de producción era limitada.
Pero todo esto requiere que tanto como la Gobernación de Santander como la Alcaldía de Barrancabermeja entiendan la importancia de la fábrica, y es este uno de los mayores obstáculos, porque para la Gobernación la fabrica no es mas que otro aparato para devolver favores políticos electorales y hacerse de la contratación.
Y que la Alcaldía de Barrancabermeja se comprometa a resolver el problema de vivienda del Puerto Petrolero que hoy tiene a la ciudad al borde de una bomba de tiempo, con el aumento de asentamientos humanos en áreas no urbanizables.
Sin embargo, yo sé que estoy soñando, porque al escuchar al director de la empresa de desarrollo urbano de Barrancabermeja (Eduba), manifestar que durante este cuatrienio no tienen ni un solo proyecto de alto impacto para construir vivienda y solo se dedicaran a realizar mejoramientos integrales, queda uno desconcertado.
El papel de Eduba en la construcción de viviendas en el Puerto Petrolero en la última década es vergonzoso, estamos ante un instituto descentralizado que produce más burocracia que viviendas.
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*Especialista en Medio Ambiente y Geoinformática. Experiencia en Gestión Social para el sector Oil & Gas. Director de la Corporación Observatorio de Desarrollo Territorial.
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