Por: César Camilo Hernández Hernández/ En tiempos de propiciar diálogos y emitir mensajes de esperanza, es necesario entablar una comunicación constructiva y asertiva sobre los diferentes aspectos que retumban a nivel nacional.
La concertación de las medidas de choque, planes de acción y estrategias a implantar para sopesar la situación del país, debe basarse en una comunicación eficiente entre los actores donde fluyan los datos y la información, escalando resultados positivos durante el proceso.
Uno de los factores claves para lograr esa comunicación multidireccional es la vinculación y aporte de los participantes correctos que trasmitan confianza, insumos y tolerancia. Hay que escuchar a quienes tienen el conocimiento y la competencia de los temas, para poder saber tomar decisiones fructíferas.
Se observan errores constantes, como permitir que algunas personas opinen de los temas como si fueran polímatas, pero más inconcebible que generen algún adepto en los mensajes que generan discordia o agrandan las problemáticas que se deben combatir y afrontar.
La aplicación del dicho “zapatero a tus zapatos” cabe en el discurso que debe fluir para contrarrestar los efectos de la salud, la crisis social y la incertidumbre económica. Los expertos y los verdaderos interesados son los llamados a originar una comunicación constructiva de todos los frentes.
En la comunicación encontramos la vía mas favorable para expresar posiciones y acuerdos saludables que permitan construir sobre el contexto actual del país; la forma de abordar esta acción es con actitud y aptitud productiva, la cual solo la proveen quienes tienen la comprensión y experticia de los conceptos.
Para la construcción de pactos y compromisos solidos es prioritario abrir las puertas a espacios y canales de comunicación; las instituciones y los lideres debe emprender una travesía ardua para que el alcance sea masivo pero enriquecedor.
Los receptores necesitan escuchar propuestas validas y garantistas para que trasciendan, comprometiendo a cada persona a realizar su rol para hacer realidad lo propuesto, esto solo se logra con un mensaje constructivo y asertivo desde el emisor.
Hay que evitar al máximo las salidas en falso o mensajes incongruentes, como también las actitudes revanchistas o incendiarias. La comunicación es el camino para unir las diferentes corrientes mediante una articulación sostenible contribuyendo al desarrollo de Colombia.
Otra ruta segura es dejar de centrar la opinión y atención en lo que se manifiesta en las redes y los medios, que desafortunadamente en una gran proporción buscan el tinte amarillista y aumento de seguidores, pero no quieren aportar a la verdadera solución de las problemáticas.
La calidad de la comunicación debe ir dotada de veracidad y confiabilidad de la información; pero de un sentir autóctono del pensar con datos de diferentes vertientes, que lleve a la toma de decisiones donde se refleje el palpitar de lo popular.
Precisamente, lamentando la muerte de Jesús Martín-Barbero, teórico y maestro de la comunicación, vale la pena hacer mención a su premisa: “hay que pasar de los medios a las mediaciones”, siendo un personaje que en los ochentas priorizó la heterogeneidad de la cultura y las comunicaciones, logrando un dialogo de la filosofía europea y el sentir latino.
Desde la evolución como seres humanos y organizaciones, la dinámica comunicativa tiene que tener un rumbo hacia la aceptación social en el futuro de la nación, siendo consientes de construir estado y ciudadanía. Una sociedad justa y equitativa nace de consensos que beneficien de forma colectiva.
No queda otra manera de enderezar el aparato nacional que, estableciendo una comunicación saludable entre las partes, siendo representadas por personas idóneas y coherentes, donde se permita la opinión, se actué bajo la razón y se piense de manera distinta, construyendo una salida duradera.
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*Ingeniero Industrial, Especialista en Gerencia de Proyectos y Magister en Administración.
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