De acuerdo con las autoridades, el sospechoso es un residente de El Escorial, Madrid, y tanto su nombre real como dirección aparecían como remitentes en el sobre que envió con una navaja a la ministra de Turismo, Reyes Maroto.
La Policía señaló que se trata de un individuo con problemas mentales, en concreto, diagnosticado con esquizofrenia.
El cuchillo llevaba manchas rojas y los oficiales investigan si se trata de pintura o sangre. Además, fuentes del Ministerio de Industria indicaron que la envoltura también tenía en su interior dos CD, lo que habría impedido que el arma corto punzante fuera detectada por el escáner de seguridad en la sede del ministerio donde llegó.
También contenía copias de mensajes de Twitter y WhatsApp y un manuscrito con frases sueltas, cuyo contenido aún no ha sido divulgado por los investigadores.
Cuarta amenaza postal contra ministros
Pese a la alarma, las autoridades señalan que el sospechoso de este hecho no tendría ningún vínculo con las amenazas de muerte enviadas la semana pasada al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al líder del partido Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.
Estos funcionarios recibieron sobres con mensajes amenazantes contra ellos y sus familias y una bala en su interior.
Sin sugerir quién podría estar detrás de las misivas anteriores, Marlaska responsabilizó este lunes a una cultura de polarización política por permitir que floreciera el discurso de odio.
Relacionó las amenazas con el vandalismo reciente de un mural feminista en Madrid y la desfiguración de una estatua del ex primer ministro socialista Francisco Largo-Caballero.
«Todo esto genera la creencia de que está bien discriminar a ciertos grupos», dijo el titular del Ministerio del Interior.
La tensión entre la derecha y la izquierda se ha intensificado en las últimas semanas de cara a las elecciones regionales en Madrid, previstas para el próximo 4 de mayo, en las que la actual presidenta de la comunidad, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, se postula con el lema «Comunismo o Libertad».
El hecho de que el partido de extrema derecha Vox no solo no condenara lo ocurrido, sino que cuestionara su veracidad al apuntar a un “montaje” avivó el enfrentamiento político. Ángel Gabilondo, el candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) pidió incluso «hacer un cordón sanitario a Vox» para que no entre en ningún Gobierno a lo largo del país.
Las investigaciones sobre los sobres con amenazas aún están en marcha para determinar su procedencia.