Por: César Camilo Hernández Hernández/ Quedan menos de cinco días para que se termine el año, un 2020 lleno de muchas enseñanzas, dificultades, incertidumbres, cambios; en sí, un año totalmente diferente. Para el periodo actual se vivió algo que no se esperaba en materia de salud, que repercutió en otros aspectos y propicio una trasformación en la vida cotidiana de las personas, empresas y el mundo entero.
Para fin de año quiero cumplir con la tradición de consumir doce uvas, cada una cargada de un deseo para el 2021 en diferentes temas, empezando a nivel general por salud, trabajo y amor, para cada uno de Uds. y sus familias.
La primera uva, va enfocada a que las vacunas sean un éxito mundial, que Colombia emprenda un plan de vacunación rápido y eficiente, donde todos aportemos en sentido de conciencia, precaución y voluntad. El trabajo mancomunado es entre todos para salir victoriosos a tiempo contra la pandemia.
La segunda uva, porque inicie un plan de choque real de reactivación económica a nivel nacional, que se piense en todos los sectores formales e informales, la hoja de ruta y las decisiones deben aplicar a toda clase de negocios.
La tercera uva, en torno a que haya mayor inversión en el campo, la salud y la educación, la situación que vivimos nos enseño, que la agroindustria es fuente de desarrollo, que necesitamos un sistema de salud mas solido y que la educación debe ser prioritaria con herramientas tecnológicas en todas las aulas.
La cuarta uva, para empezar un proceso de exterminación de la polarización que se vive a nivel regional y nacional, pedimos a gritos mas personas criticas, pero constructivas y propositivas, no podemos seguir dando una imagen al exterior que el país vive dividido y en retroceso de crecimiento y desarrollo.
La quinta uva, a que se de una gran coalición de centro para escoger un candidato único para los comicios presidenciales; es necesaria y prioritaria una unión entre lideres que converjan hacia una nueva Colombia, donde todos aporten a construir país.
La sexta uva, a nivel local, para rodear y acompañar al alcalde a la construcción de una ciudad inteligente y sostenible, donde prevalezca la inversión para suplir las necesidades de la ciudadanía y propiciar el bienestar con mejoramiento de la calidad de vida.
La séptima uva, sigo con deseos de que Bucaramanga vuelva a ser la ciudad bonita y de los parques, implementando modelos de desarrollo alternativos en los diferentes sectores, donde primen las buenas practicas con el medio ambiente, tecnologías verdes y los recursos renovables.
La octava uva, por la consolidación de proyectos estratégicos de ciudad donde intervengan los actores de desarrollo de la economía, el sector publico, privado, academia y la ciudadanía. Más unión, más entendimiento, más progreso.
La novena uva, para un congreso diligente y sensible, donde se pongan en marcha las necesarias reformas a la salud, trabajo y justicia, los legisladores deben demostrar que trabajan para la sociedad y no para unos pocos, necesitamos proyectos de ley hechos a la medida de los ciudadanos.
La decima uva, encaminada a un cambio en el pensamiento de la sociedad, que demos gracias a Dios porque pudimos salir avantes de la pandemia y empecemos a ser mejores personas, mas razonables, valorar el sentido de la vida y el prójimo.
La onceava uva, por que llegue un buen técnico a la selección Colombia, que genere unidad, explote las habilidades de cada jugador, devuelva las alegrías y victorias a los hinchas de la tricolor.
La doceava uva, para que las personas y familias usen sus tapabocas, apliquen las medidas de bioseguridad y tomen conciencia de que el virus sigue rondando para ver quien le abre las puertas.
Les deseo a cada uno de ustedes un feliz año y que cada uno de sus anhelos y deseos se les cumpla. Abrazo caluroso.
*Ingeniero Industrial, Especialista en Gerencia de Proyectos y Magister en Administración.
Twitter: @CesarCamiloHern
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