Por: John Jairo Claro Arévalo/ El senador Gustavo Bolívar ha lanzado una estrategia interesante llamada 55/86, que consiste que para las próximas elecciones de Congreso en el 2022, este sea renovado con cincuenta y cinco senadores y ochenta y seis representantes alternativos, independientes, ajenos a la politiquería, las mafias, los clanes y partidos tradicionales, para tener una bancada mayoritaria en el Congreso de la República que permita sacar del hueco en que nos encontramos, socio político económico cultural los colombianos, debido a la corrupción, el engaño, la trampa, la mentira, etc.
A decir verdad, no está tan descabellada, la propuesta del senador Bolívar, porque sobre el papel, todo es posible. No obstante, la política hay que mirarla desde estas dos realidades, la virtual y la presencial, en esta columna sólo abordaré la primera, porque la segunda requiere otra mirada. La realidad virtual, donde todo tiene que ver con las redes, las plataformas virtuales, Facebook, Instagram, Telegram, Twitter, Etc., es un mundo intangible de imprecisa medición del voto real, muy seguramente estas redes han contribuido a elegir algunos concejales, diputados y congresistas, que hoy en día son la inmensa minoría en esos cuerpos colegiados.
Quienes están en las redes, en algunas de las plataformas atrás mencionadas, la gran mayoría están ahí buscando un reconocimiento social, hay que acotar que antes de la masificación del internet, sólo estaba la radio, la prensa escrita y la televisión, en donde este reconocimiento estaba dado para la farándula, los poderosos económicos, los políticos, los deportistas de renombre y tal cual ciudadano del común.
Hoy, es más fácil tener ese reconocimiento social, cualquiera puede trascender, hacerse famoso, sólo basta con publicar lo cotidiano, criticar despiadadamente, insultar, romper con lo cotidiano, salirse de lo común, putiar, etc., todo esto con algunas otras inventivas, seguramente lo sacarán del anonimato, ah, y totalmente gratis. Lo anterior no significa que algunos pocos, con otras estrategias propositivas, decentes, investigativas, argumentativas, han logrado un gran posicionamiento y un reconocimiento en las redes.
En el mundo virtual, la gran mayoría se escuda allí para irrespetar, difamar, calumniar, mentarle la madre al desconocido, despotricar, sin asco del otro, seguramente les servirá como una terapia de catarsis para desahogarse e irse lanza en ristre contra todo aquello que le incomoda, le molesta quizás por envidia, frustraciones, o porque se ha sentido de alguna manera excluidos, engañados, traicionados.
Cierto es que, en redes, muchísimos, pero muchísimos internautas de Facebook y Twitter, sobre todo, se comportan como como gorgonas, leviatanes, cíclopes, hidras, fieras, se muestran corajudos, valientes, son de los que podrían matar y comer del muerto, sin embargo, en la vida real, son unos corderos, dóciles, amansados, sin bravura, pusilánimes, sin agallas, achantados, cobardes.
Bueno, todo lo anterior tiene que ver con la propuesta del senador Gustavo Bolívar, en este sentido, veamos, como dijimos que, en este mundo virtual de las redes, gran parte de los quehaceres y los actores de la política colombiana se ha trasladado a ella. En esas autopistas cibernéticas transitan los llamados “influencers” de todas las áreas sociales, en la moda, belleza, deportes, música, economía, política, etc., es decir, ciudadanos que opinan sobre diversos temas y tienen miles y hasta millones de seguidores que leen lo que opinan y que de alguna manera influyen sobre eso seguidores.
Es bien sabido que cualquier colombiano o colombiana, puede elegir y ser elegido, pero para el caso de la propuesta del senador Bolívar, no es fácil conseguir o que se inscriban, no solamente ciudadanos, honestos, transparentes, sin tacha, independientes, alternativos, que tengan el suficiente poder de convocatoria electoral para que los colombianos voten por ellos, peor aún, si son desconocidos es mucho más complicado que los elijan y así lograr el propósito de 55/86, cincuenta y cinco senadores y ochenta y seis representantes, para obtener las mayorías en el congreso.
He visto y he leído más que todo en Twitter, de “influenciadores” que no son políticos elegidos, que no militan en partido político alguno, que, de acuerdo a sus opiniones y puntos de vista de la política colombiana, son independientes quienes, con sus escritos y denuncios, invitan a derrotar la corrupción, la politiquería, incluso circula en esta plataforma de Twitter algunos sondeos de cual de esos “influencers” podría ser congresista.
Valdría preguntarse si el Congreso colombiano, hay senadores y representantes a la cámara de los diferentes partidos tradicionales que nadie los conoce y que muchos de ellos han llegado allí de la manera non santa, sólo para ser mayoría, y ser cómplices de una clase dirigente que lleva dos siglos en el poder, hurtando no solo el presupuesto de Colombia, sino robándose los sueños y la esperanza de quienes queremos un país mejor para todos y todas, ¿no sería el año 2022 el momento para ser mayoría en congreso como lo propone el senador Bolívar: 55/86?
Por eso exhorto, animo, aliento a todos los “influencers” alternativos que suman más de cien en Twitter, cuyas cuentas tiene más cincuenta mil seguidores, para que hagan algo real, tangible y pongan sus nombres a consideración de los electores, para tener por lo menos una posibilidad de lograr cambio. Hagan valer su estatus de influenciadores y que ello no sólo sirva para alimentar egos, ¿o sino para qué demonios influencian?
Este es un breve listado de algunos de ellos para que salgan de su zona de confort y se pongan las botas de la lucha democrática en las urnas, estoy totalmente convencido que ustedes lo harían mucho mejor que los actuales senadores Ernesto Macías, Jonatan Tamayo “manguito” y Eduardo Pulgar, sólo por nombrar a algunos, necesitamos ser mayorías, así tengan o no experiencia en la cosa pública, así de simple.
Así es que, Margarita Rosa de Francisco, Levy Rincón, Julián Román, Adriana Lucía, Beto Coral, Gonzalo Guillén, Ariel Ávila, Celso Tete Castro, Martín de Francisco, Lalis, Alejo Vergel, Yohir Akerman, Rodrigo Uprimny, León Valencia y otros tantos porque la lista es larga, hagan algo por este país. Por lo menos inténtenlo, la historia política de Colombia se los agradecerá. Gustavo Bolívar no está loco.
*Licenciado en música, artista, docente, compositor del himno de Bucaramanga, exconcejal de Bucaramanga.
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