Por: Roberto Aponte/ Ya en este último mes del año, queda decir que el número 2020 ha sido marcado por algo particular, la sociedad enfrentándose a una pandemia después de un siglo, pero los estudios indican que este fenómeno era una amplia posibilidad, por el simple hecho de que existen muchos virus desconocidos para nosotros los cuales llegamos a conocer al irrumpir en la naturaleza.
Aunque aún existen muchas especulaciones, no cabe duda el Covid-19 llego a nuestra sociedad debido al contacto con animales extraídos de su hábitat silvestre. Cuando se degradan algunos ecosistemas para extraer recursos existe cierta exposición, la cual se hace más directa con el tráfico de especies, por lo que el consumo desenfrenado sumado a la amplia posibilidad de viajar constantemente son los factores que han facilitado está situación.
Los virus zoonóticos presentan una ventaja ante otros virus, ya que para superarlos deben ser completamente erradicados en las especies animales que los tengan, además de que pueden pasar desapercibidos mientras pululan en algunos de sus huéspedes. Por eso mismo, los entornos de alta biodiversidad como la selva del Amazonas, África o Asia Suroriental deben protegerse. No solo albergan muchas especies de animales y plantas que no han sido descubiertas, sino que lo mismo ocurre con los virus, poniendo una situación hipotética quizás en la selva del Amazonas haya una nueva especie de mamífero, no obstante, este tiene un virus que haya existido con él siempre pero que puede ser altamente transmisible en especies que no sean propias de su hábitat como los humanos.
El principal acusado de esta situación son los murciélagos, una especie clave en los ecosistemas debido a su diversidad de especies, las cuales tienen diferentes funciones las cuales varían dependiendo de su alimentación, por ejemplo: los frugívoros al alimentarse de frutas dispersan las semillas, los insectívoros o carnívoros controlan las poblaciones de ciertas especies e incluso hay nectarívoros ayudan a polinizar algunas plantas.
Estos increíbles animales debido a que son los únicos mamíferos voladores han adaptado su cuerpo a condiciones de mucho esfuerzo y por lo mismo su sistema inmunológico debe ser aún más resistente, por lo que toleran la presencia de los virus y de esta forma estos agentes infecciosos pueden estar presentes en estas criaturas sin hacerles daño.
Al irrumpir en los ecosistemas o al atrapar a los murciélagos estos se someten a condiciones de estrés que permiten que los virus se liberen y sean transmitidos.
Hay que tener en cuenta que las enfermedades zoonoticas al ser las que se transfieren de animales a humanos, no siempre el agente transmisible va a ser un virus. También pueden ser nuevas bacterias o hongos que existan en aquel ecosistema. Pero, así como existen riesgos también se encuentran soluciones, muchas de estas plantas silvestres pueden contener compuestos químicos que sirvan como antibióticos para prevenir aquellos agentes infecciosos y en el caso de los animales al igual que en los murciélagos su estudio puede permitirnos conocer como sobrevive a aquellas amenazas invisibles desconocidas para el hombre.
Aun tras conocerse todo esto, los mismos estudios que vaticinaron este fenómeno también pronostican que otra pandemia con otro virus podría presentarse si se sigue impactando la naturaleza de esta forma.
Así como se han realizado políticas para combatir el virus, en base a los expuesto aquí es necesario crear políticas para prevenir más pandemias que vayan de la mano con la protección de ecosistemas estratégicos.
La naturaleza todavía es un ámbito en el cual faltan descubrir muchas cosas, las cuales pueden ser la base de la medicina y la prevención de enfermedades. Pero para lograr esto es necesario respetar la biodiversidad y darnos cuentas que, aunque presente amenazas desconocidas también nos otorga las claves para solucionarlas.
*Ingeniero Ambiental y escritor
Twitter: @robustories
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