Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ Se lo difícil que es entrar en estos temas, hoy quiero hablar en mi columna sobre espiritualidad, trataré de hacerlo de forma holística y así con ello recoger opiniones que nos ayuden a crecer sobre nuestra espiritualidad, me declaro creyente de la existencia de un ser superior, considero que todo ser humano esta acá para cumplir con un propósito en la vida, sigo la creencia que el hombre nace bueno y la sociedad lo cambia, sea para bien o para mal.
El cultivar la espiritualidad nos proporciona una energía extra, estamos viviendo tiempos difíciles situaciones que no creímos que se presentaran como el tema de la pandemia, y es ahí donde la espiritualidad y esa energía extra nos permite ver las cosas de una manera diferente e ínsito y no es religión. Ahora, si bien la espiritualidad no hace a nadie inmune a las enfermedades o tragedias, si nos brinda herramientas para poder afrontar las crisis de una mejor forma. Entendamos que la fortaleza de la mente también hace fuerte al cuerpo y cuidarlo es primordial.
Toda la vida me ha llamado la atención la historia de la creación, el tema de Adán y Eva y su famosa manzana, que según reza la historia se le prohibió que la comieran, esta parte de la historia me dejó una enseñanza: Cuando hacemos caso nos va bien, ojo, siempre evaluando cada orden, aplicando inteligencia emocional a esta respuesta.
Investigando sobre la etimología de la palabra espíritu, encontré lo siguiente: En hebreo (Ruah), como en latín (Spiritus), como en griego (Pneuma), significa “soplo de aire o soplo animador”. La palabra espiritualidad proviene de spiritualis que es una traducción de la palabra griega pneumatikos (“según el Espíritu”, “lleno de Espíritu”). Significaría “vivir desde el espíritu”.
Si revisamos lo anterior podemos concluir que no se requiere obedecer a ninguna religión organizada, que no tiene estructuras jerárquicas, es algo personal, vivido en la singularidad del sujeto o en forma comunitaria.
La espiritualidad es esencial en la vida de todo ser humano y no hablo de religión puntualmente, como creyente, o no creyente, todos nosotros tenemos un yo, una vida interior, algo que no es mente y cuerpo sino espíritu. Es algo más amplio que una religión, un proceso dinámico mediante el cual las personas encontramos trascendencia, un sentido final a la vida… A nuestro ser interior.
Se que al hablar de espiritualidad, debemos aceptar que el concepto es muy amplio y su interpretación y practica aún más, en lo personal, podría decir que es la capacidad que tenemos para comprender lo que somos y el papel que desempeñamos en el mundo como seres humanos, aunque como todo lo referente a la espiritualidad esto puede ser una definición muy general e incluso abstracta.
La vida espiritual es lo que nos diferencia de otros seres vivos, con los que compartimos la vida biológica. Los humanos tenemos necesidades espirituales relacionadas con preguntas sobre nosotros mismos: ¿Por qué vivimos? ¿Qué debemos hacer con nuestras vidas? ¿Llevamos una vida correcta? ¿Serán nuestros buenos actos recordados de alguna manera?
Estas preguntas nos deben conducir a revisar y trabajar por nuestro crecimiento personal, por ser mejores para nosotros mismos y para los demás, nos ayudan a encontrar bienestar y satisfacción, dirigiéndonos a la paz interior, por eso la espiritualidad también tiene una parte de propósito y búsqueda de significado personal, tener un propósito en el vida es una forma de espiritualidad, dado que es un camino para combatir la insatisfacción humana, ya que supone buscar experiencias que hagan que nuestra vida personal tome sentido, buscando alternativas para llenar el vacío interior y contribuyendo así a nuestra felicidad.
El mundo actual está inundado por muchas manifestaciones que dicen llamarse espiritualidad todas muy respetables, esto tiene su lógica ya que el ser humano es espiritual, ella viene de adentro, se habla del llamado crecimiento espiritual y existen muchas propuestas, considero que se crece espiritualmente, cuando una persona logra incorporar a todos los actos de su vida, valores como: la tolerancia, la compasión, el desapego, la generosidad, el perdón, la discreción, el amor o todos aquellos que se hayan aprendido en cada etapa de la vida, y cuando se habla de todos los actos de la vida, quiere decir todos, principalmente los más pequeños y cotidianos: El trato con nuestra familia, la convivencia con nuestros compañeros de trabajo, o con quienes tenemos diferencias.
El principal problema que tenemos los seres humanos es el egoísmo y el ser excesivamente dependiente de nuestro ego, mentimos para alardear y llevar una vida que no tenemos y además que no se quiere llevar, solamente porque quieres que los demás crean que tu vida es perfecta. ¿Irónico no? La espiritualidad del ser humano más poderosa llega de ser capaz de controlar su ego, de sobreponerse a la presión social y vivir la vida que realmente se está viviendo y se quiere vivir, no la que los demás o la sociedad nos quiere imponer.
Ahora si pontificamos sobre espiritualidad y nos creemos los más espirituales del mundo y por este sentir o por el hecho de practicar cualquier tipo de espiritualidad ya nos consideramos un ser superior, (mejor que los demás), ya a partir de ahí se tiene un problema muy grande, con un ego que está impidiendo ser espiritual de verdad, existe otra falsa creencia y es que para lograr la verdadera espiritualidad debemos abandonar el trabajo y dejarlo todo para empezar de cero, retirarse a un monte a encontrarse consigo mismo, considero que no es necesario llegar a ese extremo, si bien es cierto, en ocasiones nos hace falta ese encontrarnos con nosotros, la mayoría de nuestras dificultades se solucionan con unos cuantos arreglos en la vida y cambiar la forma en como estamos viendo el mundo.
Ser espiritual no significa ser sufrido o sumiso, existe también esa falsa creencia de que entre más se sufre, más ganamos en una posible mejor vida después de la muerte, ¿quién nos asegura esto? Frases como los últimos serán los primeros… por favor, o se cierra una puerta y se abre otra. Eso me pasaba pero con un Renault 4 viejo que tenía, debemos buscar una riqueza espiritual claro que sí… pero también se debe tener y trabajar por una riqueza material, lo uno no debe reñir con lo otro, el ser exitoso no te hace un ser carente de valores y espiritualidad, una cosa diferente es dedicarse buscar el dinero fácil, de forma ilegal, eso si lleva a que a la larga la persona se sienta vacía y miserable y sea incapaz de dormirse cada noche sintiendo que le falta algo, es ahí donde se debe hacer un alto y revisar que lo que se está haciendo, seguramente esto no la esta llenado integralmente y está llevando una vida vacía en su interior, probablemente la gente a su alrededor lo vean exitoso en su economía pero, ¿y su interior?
Crecer espiritualmente nos permite una mejor relación con todo lo que nos rodea, tengamos presente que existe la necesidad de construir un mundo más justo, más solidario, más fraterno, en armonía con nuestros semejantes y con el medio ambiente, es nuestro deber trabajar por la construcción de una economía donde lo central no sea el dinero, entendiendo la necesidad del mismo, pero ganando ese dinero sin perjudicar a nadie, trabajando en equipo, buscando siempre un gana-gana con las personas con quienes trabajamos. Hemos hablado del buen vivir y el mal vivir, el buen vivir diría que hace referencia a vivir en armonía, en equilibrio, es decir, respetando y asumiendo las diferencias, implica además una estrecha relación con la naturaleza.
Todos nosotros tenemos desde nuestro diario vivir, desde lo que hacemos la oportunidad de construir otra sociedad a partir del reconocimiento de diversos valores culturales existentes en el mundo y del respeto a la naturaleza.
Como vemos cada uno de nosotros desde nuestro interior, desde lo que hacemos, podemos cambiar el mundo, saquemos todo lo bueno que tenemos para aportar a la sociedad, cambiemos el mundo… ¡Si el mundo! Claro que, si lo podemos hacer, esta interpretación de la espiritualidad desde mi punto de vista, en esta corta columna no es un mero ejercicio de índole intelectual, busco apuntarle a la transformación de la realidad interior y exterior de las personas en pos del bien común.
*Profesional en Mercadeo
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