Por: Reinaldo Pérez Flórez/ Hace ya más de un año que nuestro investigado precandidato presidencial, hijo ilustre de Piedecuesta, dejó de administrar los destinos de nuestra ciudad bonita, experiencia desafortunada para la capital santandereana, el madurezco mandato del exalcalde constructor dueño del manual de contratación llamado “va porque va”, enraizó un patrón de comportamiento, que trajo como consecuencia -según los entes de control- obras inconclusas, contratos que no tuvieron en cuenta los requisitos legales, obras sin licencia ambiental, son solo algunos de los antecedentes de su madurezca administración.
Tiene la delicadeza y sutileza de un ser humano que ha tenido que dormir por años en la calle, el ciudadano Fernando Martínez da testimonio de esa delicadeza “lava perros”; también posee la tolerancia de un fanático religioso, que lo convirtió en (hermano separado) del exconcejal John Claro “miente hijueputa”; son solo algunas de sus “vulgaridades administrativas” las cuales el exalcalde constructor se debe sentir muy orgulloso, la ciudadanía no se debe sentir representada por tan madurezca figura, es la antítesis de los principios morales de una sociedad, que no necesita de una figura autoritaria, que lo único que le construyó a la ciudad fueron problemas.
Ahora, su “mediática vulgaridad” está en todos los titulares de prensa, desde que salió de la alcaldía, él no ha generado ninguna noticia positiva para la ciudad, los constructores de opinión buscan personajes como el emprendedor constructor para caricaturizar los titulares de prensa, atractivos para uno que otro incauto lector, “para gobernar solo se necesitan “huevas”, “más manoseado que prostituta de Puerto Wilches”, los descalificativos anteceden los verbo rectores en cada frase de quien se autoproclama como presidenciable, sus verbos favoritos, no “robar, no mentir, no traicionar”, de esos tres existe uno que el devoto ingeniero no perdona, la traición. En este escenario la traición es proporcional a la pérdida de poder, la perdida de la alcaldía de Bucaramanga.
El precandidato ‘fajardista’, ‘uribista’ y ‘petrista”, no solo es reconocido por vender proyectos de vivienda, (aún tiene 20.000 casas por entregar), le vendió a Bucaramanga un candidato que llevaría en alto las banderas de la lucha en contra de la corrupción de nuestra ciudad, “busque los sentimientos y las emociones de la gente”, las emociones y el sentimentalismo electoral, eligieron a Juan Carlos Cárdenas Rey Alcalde; primer mandatario que debió afrontar para bien o para mal, la crisis social más grave de nuestra historia reciente, crisis que aún estamos lejos de superar. Las cuentas por su gestión, Cárdenas se las debe dar es a la ciudadanía, no a su patrocinador, quien pretende dar una lección publica al primer administrador de nuestra ciudad, de ser así, el amo y señor del “va porque va” debe postularse para ocupar el cargo de Contralor General de la Nación, no para Presidente de la Republica.
Evidentemente el alcalde es el ingeniero Juan Carlos Cárdenas, al parecer el ingeniero constructor aún no ha entendido que su periodo constitucional fue de cuatro años, la alcaldía no la puede ver como una de sus empresas y al alcalde de nuestra ciudad como uno de sus empleados. Si el alcalde de la ciudad le debe algo, que lo haga público; este derecho de petición, dirigido al registrador del municipio, solo deja en evidencia la necesidad que tiene nuestro madurezco exalcalde de estar generando noticias, así la noticia sea en contra de su propia creación; para ese proyecto político las personas son de quitar y poner, no se nos haga raro que un día de estos se vaya en contra de sus asesores y creador de ciencia ficción.
No entiendo por qué se insiste en hacer al señor constructor noticia, Bucaramanga, Santander, merecen mejor suerte, es dañino para la democracia pretender lavar la imagen de este fenómeno de la intolerancia, la grosería y según los fallos ejecutoriados por la Procuraduría, la ‘gaminería’ administrativa a la que este precandidato presidencial, sometió a nuestra ciudad.
*Abogado, Especialista en Derecho Constitucional y Especialista en Derecho Administrativo.
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