Por: Raúl Eduardo Barba Rueda/ Hace ya unos meses el Puerto Petrolero fue tendencia nacional a través de redes sociales debido a la presentación de la apuesta del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que llevaría la actual administración de Alfonso Eljach a través de una “maqueta pedagógica”.
La dichosa maqueta resultaba ser más un pesebre, que un ejercicio pedagógico de visualización del territorio, generando cantidad de burlas y memes; lo grave, del bochornoso incidente es que como lo ha denunciado este servidor, en una década se han invertido más de 24 mil millones de pesos en actualizaciones y formulaciones del POT sin lograr llevar alguna a feliz término.
La administración del anterior alcalde, Darío Echeverry (2016-2019) gasto más de $9.500 millones en estudios, cartografía, personal, logística, etc., por lo cual, teniendo estos insumos no se compadecía que la actual administración presentara su apuesta del POT con tan mediocre y limitados recursos visuales.
En cabeza del proceso del POT, el actual alcalde designó al excandidato a la alcaldía por el Partido Verde, Jaime Peña, famoso durante las elecciones por la perdida del aval ‘verde’ a manos de la coalición en torno al joven candidato Jonathan Vásquez.
Jaime Peña con amplia experiencia como jefe de planeación durante la formulación del vigente Plan de Ordenamiento Territorial (Acuerdo 018 de 2002) podría decirse que es su hijo putativo, se encuentra hoy con el dilema de reencontrarse con su hijo deformado, famélico y con 18 años de atraso.
Y es que, con este ejercicio de formulación, seria la cuarta administración que se adentra en esa labor estoica en algunos momentos épica, digna de gladiadores como es la de actualizar la hoja de ruta del ordenamiento territorial de Barrancabermeja.
El primer intento se acometió durante la alcaldía de Carlos Contreras (2008-2011), aquella alcaldía donde los recursos eran sagrados, pero para el bolsillo de algunos pocos.
En esta ocasión por lo menos se logro concretar un documento que fue concertado por la CAS y radicado en el ultimo año de gobierno, a finales del año (diciembre-2011) en el Concejo Municipal, sin embargo, no fue aprobado el proyecto de acuerdo, aludiendo falta de tiempo para estudiar el proyecto.
El segundo ‘envión’ llegaría con la administración de Elkin Bueno, la famosa “Ciudad Futuro” que fue más un viaje al pasado, durante esta nefasta administración ni siquiera se llegó a radicar un documento en la CAS, no obstante, se gastaron más de $7.000 millones.
Finalizado el gobierno de Elkin Bueno, el POT se encuentra ya vencido en su vigencia de 12 años y requiera por tal, de una nueva formulación; como la gran mayoría de los municipios para el cuatrienio 2016-2019 iniciarían la construcción de un nuevo POT, en lo que se denominaría los POT de Segunda Generación.
Desde el Departamento Nacional de Planeación se diseñaría la estrategia de “POT modernos” mediante la cual se buscaba darles acompañamiento técnico a los municipios en este nuevo proceso de formulación del instrumento de ordenamiento.
Barrancabermeja sería designada como beneficiaria de este programa, pero el operador técnico nunca fue seleccionado y la ciudad quedó embarcada en realizar el nuevo proceso sin dicho acompañamiento, quedando en manos del equipo de POT y su gerente.
Y es que para el tercer intento de formular un nuevo POT, la administración de Darío Echeverry (2016-2019) designaría a un prohombre del puerto petrolero para aceptar la difícil tarea: Eduardo Diaz Acevedo, quien oficiaría como gerente del proyecto.
Misteriosamente, aunque lo anunciaban como gerente, el señor Diaz Acevedo fue contratado como Administrador de Empresas, tal cual como aparece en los contratos de prestación de servicios que suscribió durante el cuatrienio, los cuales suman un total de 236 millones 300 mil pesos: un administrador bastante costoso.
Ver contratos:
Tan costoso fueron los servicios de este gerente-administrador que sus honorarios correspondieron al 50% de los gastos de personal administrativo para el proyecto.
A hora esta, el señor Eduardo Diaz Acevedo es una persona polifuncional, porque al mismo tiempo que respondía como “Gerente del POT”, firmaba como representante legal de la Unión Temporal Diaz y ANKA Seguros, un contrato de intermediación de seguros con la alcaldía de Barrancabermeja.
Tal parece que el famoso gerente del POT, estuvo mas ocupado intermediando seguros que en su labor ya que finalizado el cuatrienio, el POT quedó estancado sin la aprobación por parte de la Corporación Autónoma de Santander (CAS).
Solo un indicador para medir la gestión de la gerencia fue que durante el 2019 el documento fue radicado en tres ocasiones en la CAS, siendo la primera el 17 de mayo, la segunda el 14 de agosto y una tercera, el 18 de diciembre.
Esta nueva administración lleva ya seis reuniones realizadas con la CAS, sin obtener aun la concertación del documento radicado en diciembre.
La ciudad pide a gritos contar con el instrumento actualizado, la prioridad y urgencia manifiesta para el alcalde será atender este llamado con tal sobriedad de recursos que no de lugar a ningún atisbo de cuestionamiento: “el cambio de chip debe ser un imperativo que trascienda las meta narrativas electorales”.
*Especialista en Medio Ambiente y Geoinformatica. Experiencia en Gestión Social para el sector Oil & Gas. Director de la Corporación Observatorio de Desarrollo Territorial.
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