Por: Carmen Elisa Balaguera Reyes/ Recordar es vivir es una consigna tan trajinada, pero en estos días de encierro y recordando que cuando el equipo de trabajo de la primera alcaldía elegida popularmente encontró varios proyectos para ejecutar de la anterior administración, lo hizo sin inquietarse y darle salida a las tareas propias de lo programado, esto lo debe realizar un gobernante por sus gobernados.
En Bucaramanga y en otras ciudades del país se constituyeron las denominadas Juntas Administradoras Locales antes de emitirse la Constitución Política de Colombia, eso sucedió en el año 1988; en la región sólo Bucaramanga, Barrancabermeja y Cúcuta dieron ese primer paso.
Cuantos debates se dieron en el Concejo Municipal y cuantos reclamos se recibieron de los tradicionales líderes comunales, no se entendía en aquella época, que las funciones eran parecidas, pero no iguales a las que ellos históricamente llevaban a cabo en cada uno de sus barrios, veredas y corregimientos; pero finalmente se dio aprobación a los acuerdos 018 y 030 de 1988, mediante el cual se dividió el área rural del municipio en Comunas y Corregimientos.
¿Quiénes eran estas personas que compitieron que sin conocer mucho de las funciones que debían realizar apostaron para poder alcanzar esos escaños? Pues la mayoría pertenecientes a la sociedad civil, dispuestos a propender por el bienestar de las poblaciones enmarcadas dentro de sus territorios, ciudadanos orientados al servicio de los demás.
Se inscribieron y fueron elegidos en esa primera elección nombres connotados como Consuelo Durán de Mustafá, Carmen Lucía Agredo Acevedo, periodista e historiador Pedro Miguel Villamizar, Víctor Manuel Vergel Galván, el músico Fabio Álvarez Blanco, Heliodoro Quiroga Velasco, Jorge Arenas Pérez, Miguel Arnulfo Camargo Botello, Luis Enrique Quiñonez Herrera, Alicia Ibarra Villán, José Ángel Amador Sierra, Ana Dolores Castro, Juan Bautista García, Luis José Arévalo Durán, Gabriel Duarte Ortiz, Marina Amado de Castellanos, Arquitecto Julio Cesar Hernández Camacho, Gonzalo Martínez Salcedo, Julio Cesar Duarte Massey, Vicente Parra Anaya, Arquitecto Antonio José Díaz Ardila, Lorenzo Ardila, Trabajador Social Uriel Amézquita Esteban, José Mendivelso, Melquisedec Ortiz, Luis Andrés Figueroa Bautista, el líder Cafetero Pedro Pablo Martínez entre otros.
Uno de los hechos destacados fue que “mientras en Pereira con un total de 30.000 votantes, se destinó la suma de 30 millones de pesos para la realización del proceso de Elección de Juntas Administradoras Locales en esa zona Risaraldense. En cambio, en Bucaramanga, con las 45.600 cédulas inscritas, según datos de la Oficina de Promoción Social, sólo se han invertido 2 millones de pesos”. Noticia de Vanguardia 31 de marzo de 1989 Local pág. 3B.
Artículos, conferencias, capacitaciones en cada comuna no surtieron el efecto de lo que algún día denominó la página editorial escrita por Wilfredo Sierra Moreno, el señalado escritor de los años 80 y 90 “don Clímaco”, que decía que se necesitaba una apertura a la dirigencia cívica, cosa que no cambió con los años. Textualmente: “Aquí sí que resulta oportuno reconocer que no solamente en las altas esferas del poder público se cuecen habas, sino que, de igual forma, entre los representantes de los sectores de base los malos hábitos democráticos se dan silvestres, hasta extremos que llaman a la desesperación”. Noticia Vanguardia Liberal. Editorial. Jueves 9 de febrero de 1989 pág. 4.
Pero fueron los hechos en el desarrollo de las comunidades lo que caracterizó a estas primeras elecciones de juntas Administradoras Locales, obras que hoy cumplen más de 32 años de haberlas impulsado, un ejemplo latente es lo que se identificaron el los lineamientos del plan de desarrollo y que en tan poco tiempo se vieron los resultados y hoy todavía la comunidad goza de ellos, entre estos: Impulso a la modernización y pavimentación del barrio Manuela Beltrán, ya que sus líderes enseñaron que el trabajo en equipo es el que da verdaderos resultados.
Los ediles de los corregimientos de Bucaramanga lograron la construcción y remodelación de sus escuelitas rurales, el establecimiento desde ese entonces los mercados campesinos, empezando por el que opera en la Ciudadela Real de Minas.
Pero, ¿qué ha pasado durante todo este tiempo? ¿Han servido a la comunidad estas personas elegidas o sólo han hecho mención de sus nombres y lo que se ha conocido es que a través de ellas logran acceder a puestos y contratos y todo el esfuerzo de tener una nueva ciudadanía cívica se quedó en las buenas intenciones?
Quisiera que otro panorama acompañara a las Juntas Administradoras Locales y las personas elegidas cumplan con la tarea para la cual se hicieron elegir.
*Socióloga.
Correo: celisabreyes2008@hotmail.com
Twitter: @celisabalaguera