La Superservicios ha recibido una oleada de peticiones, quejas y reclamos por parte de los usuarios. Solo hasta mayo se registraron un total de 32.279 solicitudes, lo que representa un incremento de 125% respecto al mismo periodo del año anterior. La mayoría de estas inconformidades se han presentado en el marco de la pandemia por el Covid-19 y en el quinto mes del año llegaron 15.599.
Sin embargo, el total de trámites ante la Superintendencia bajó 7%, ya que si bien hasta mayor de 2019 hubo un total de 95.916, este año la cifra va por 88.954. De ellos, 39.742 son peticiones por inconformidad en la producción facturada.
Otra de las solicitudes a la que más han recurrido los usuarios es la de apelación (38.596), que se presenta cuando no se está conforme con la respuesta de fondo que le dio la empresa prestadora.
La superintendente Natasha Avendaño explicó que cualquier tipo de inconveniente o problema por la medición o facturación que puede llegar a tener un usuario en algún servicio público en primera instancia deberá presentar sus reclamos ante las empresas prestadores.
“También puede utilizar los canales de la Superintendencia, principalmente, el de ‘Resuelvo’ que es una plataforma a través de la cual se pueden interponer quejas a cualquier prestador de servicios públicos en el país. La ventaja es que la queja se redirecciona directamente a la empresa prestadora”, aseguró Avendaño.
Luego de ese primer proceso se pueden llegar a dar tres posibilidades: la primera es que la empresa solucionó la inquietud de los usuarios dentro de los primeros quince días; lo siguiente es que si no se llegó a recibir respuesta durante ese tiempo, el usuario tiene cinco días para interponer un recurso de reposición, el cual es entregado a la empresa y remitido ante la superintendencia.
El prestador tendrá nuevamente 15 días para responder, una vez que lo haga se debe enviar el expediente completo para que la entidad pueda llegar a determinar si revocan, modifican o confirma la decisión tomada por la compañía.