Por: Diego Jaimes/ Sin duda alguna la marca Avianca es sinónimo de orgullo para los colombianos y no es para menos pues esta empresa que cumplió un siglo de existencia hace solo unos meses tiene el título de la segunda aerolínea más antigua del mundo y la primera de América latina.
Nacida en una sociedad establecida en la ciudad de Barranquilla entre alemanes y colombianos denominada en ese momento Scadta que llegó a durar hasta el inicio de la segunda guerra mundial cuando los accionistas extranjeros decidieron vender su parte de la empresa a la estadounidense Pan American.
Cambiando el nombre de la empresa por el hasta ahora existente de Avianca, logrando en ese momento una gran expansión en su oferta de rutas extranjeras y por años teniendo las mejores aeronaves.
Así siguió avanzando durante las siguientes décadas hasta fortalecer nuevas alianzas de la mano con SAM y ACES, esta vez en medio de la crisis de las aerolíneas en el mundo por cuenta de los atentados del 11 de septiembre.
Ya para el año 2004 un nuevo protagonista cambia el rumbo de la propiedad de la empresa, German Efromovich, empresario brasilero que entre 2004 y 2005 compró el 100% de la empresa.
Ahora como Avianca Holding una empresa con alianzas comerciales y estratégicas con Perú, Ecuador y países de Centroamérica, pero sobre todo con domicilio en Panamá (sabemos lo que significa este país en materia de impuesto y manejo de cuentas e inversiones) decide salir al mercado bursátil en el año 2011, para ese año su ingreso en el mercado cotizó por acción el valor de $5.310 cifra distante a los números mostrados para el año 2019 con un desplome del 76,9% de su valor cotizando en tan solo $ 1.225; Pero no solo eso, en el año 2018 solicitaron un crédito 456 millones de dólares a la empresa norteamericana Units Airlines comprometiendo 515,9 millones de acciones como respaldo al crédito.
Y entonces resulta que ahora alega Avianca que su declive económico y quiebra se debe a la crisis de este emergencia de salud causada por el Covid-19 y peor aún se atreve el Ministro de Hacienda de nuestro país Alberto Carrasquilla a anunciar a través de Blu Radio que “estamos mirando ser un pedazo de la solución a ese problema, en algún momento tocará meter plata tratando de garantizar que esta se use para proteger la comunicación aérea” y ni siquiera voy a hilar fino diciendo que es casualidad que el director de esta emisora es el cuñado del Presidente Duque y que su esposa es una alta ejecutiva de Avianca.
Resulta absurdo entonces que mientras a los independientes y microempresarios colombianos le son nulas las ayudas, el gobierno pretenda prestarle dinero a una empresa que está totalmente quebrada desde hace varios años, que acaba de acogerse en el mes de mayo a la ley de bancarrotas en la ciudad de Nueva York y peor aún que sus propietarios son extranjeros.
Es ridículo además afirmar que con esto se pretenden proteger los puestos de los trabajadores de Avianca en nuestro territorio, si con la quiebra de Avianca lo único que cambiará serán sus propietarios, siendo tomada por sus acreedores y manteniendo la operación comercial donde les resulte rentable y si en Colombia Avianca maneja más del 50% de la demanda de vuelos es obvio que continuaran en el país.
(Datos estadísticos tomados de larepublica.co)
*Abogado y Especialista en Derecho Administrativo.
Facebook: Diego Fernando Jaimes Porras
Twitter: @DiegojaimesA