Por: Carlos Andrés Mahecha/ Acudiendo a este momento de recogimiento y reflexión para la gran mayoría, para otros un momento de descanso, pero de seguro que muchos han estado más pensativos que en otros momentos, el cambio que se viene para la humanidad después de esto seguro transformara la forma de ver las cosas, de hacerlas y las prioridades colectivas o individuales, de un gobierno sin importar la ideología política; ahora ese cambio ¿nos tiene que costar tanto?
Ningún gobierno local, regional, o nacional está preparado para una situación como la que estamos viviendo, se espera que algo así saque lo mejor de cada uno, esa comprensión, solidaridad, apoyo, pero sobretodo que replanteemos nuestras formas de vida y como queremos vivir de entender lo que realmente importa, lo que nos hace bien a nosotros y a todos, cambiar ese egoísmo e indiferencia por solidaridad y resiliencia.
Es curioso escuchar risas en las casas por el juego de parques, de uno, naipe, incluso muchos, seguro aprenderán a cocinar. Hoy se pude entender y vivir el concepto de familia y de compartir en familia, algo que muchos jóvenes y niños no habían vivido pues sus padres no tenían el tiempo se estaban perdiendo esa oportunidad y los abuelos recordando cómo era vivir cuando eran niños.
Son cosas que alegran y dan esperanza a pesar de la adversidad el miedo y la angustia para muchos en la salud, lo económico debido a la pandemia que se vive, hoy recuerdo los momentos más difíciles que ha vivido la humanidad, siempre se ha salido adelante con el esfuerzo, luchando, sacrificando lo personal por el bienestar común, no entendería el por qué hoy no hacerlo.
El país no pude claudicar en este momento, tampoco podemos permitir que ciertos personajes o instituciones aprovechen la necesidad y la escasez para especular y hurtar la conciencia, la buena fe con negocios para beneficio de particulares, inaceptable que prácticas como estas pasen ante los ojos de los ciudadanos y que las autoridades lo dejen pasar.
Que estamos haciendo y que vamos hacer después de esto, será que aprenderemos a valorar nuestras familias, trabajos, nuestra salud, nuestros padres, hijos, el medio ambiente, esa construcción social que habíamos perdido, de valorar lo que realmente importa, de entender, respetar y aceptar las diferencia que dividen o unen unos a otros. Es tiempo de entender que debemos cambiar, que debemos tener y anhelar lo elemental, ser felices con lo mucho o poco que tengamos, que debemos devolver al mundo todo lo que nos da y lo más importante ser felices e intentar serlo.
Ojalá tomemos esta enseñanza y aprendamos lo que debemos hacer ahora en adelante y que no tengamos que pagar más y más caro para aprender algo que ya se nos ha enseñado.
*Administrador Público y Especialista en Desarrollo Social.
Correo: litos_73@hotmail.com
Twitter: @litosm