Por: Luis Eduardo Jaimes Bautista/ Se nos avecina el 24 y 25 de diciembre, el nacimiento del Niño Jesús y el jolgorio por esta fiesta, en mi medio de social, he cavilado esta carta que envió con la anuencia de ese ser superior a los Periodista y corruptos.
El periodista debe combatir al corrupto y mostrar las acciones públicas de los servidores públicos y las instituciones a través de la obtención de información o denuncias, mediante un proceso de análisis y documentación confrontada en datos. Este gran desafío de meternos al fuego, dentro de la labor más noble del periodismo, y motivo de sobra, siendo buena la ocasión para exponer el tema del corrupto, en su estadio de la corrupción. Un cáncer que ha hecho metástasis en todas las instituciones del Estado y que los periodistas debemos investigar y denunciar ante la opinión pública como se roban los dineros públicos en las diferentes contrataciones por el pago de favores políticos que realizan los entes a nivel nacional, departamental y municipal.
Esto se llama el enriquecimiento ilícito que ha campeado con la misma violencia en todas sus escalas y que de nada ha servido la denuncia insistente, sino de casos especiales en que se sale del curso de aguas limpias a aguas pútridas. El caos en donde la justicia actúa casi siempre sorda, ciega y muda.
La denuncia insistente de corruptelas, malos manejos y delitos públicos, desde los administrativos hasta los electorales, provocan un sentimiento de hartazgo y cinismo en la sociedad. Si las denuncias no dan lugar a investigaciones y remedios oficiales, se piensa que en los órganos de poder no tiene la capacidad de juzgar a los corruptos, porque ellos mismos también hacen parte de esa “logia corrupta”, dejando que la prensa honesta y con ética denuncie como se corrompe la misma sal, erosionando la confianza en las instituciones democráticas.
Los dueños del poder casi siempre amparan el corrupto y en nada ha disminuido, la impunidad y los ladrones, asesinos que siguen de generación en generación, haciéndole cabriolas al periodismo de investigación, con obstáculos, amenazas de muerte, la censura o autocensura.
De ahí que el periodista investigativo sólo funciona cuando existe una masa crítica de tejido social e institucional sano. Si no, por claro y contundente que sea, se pierde en la oscuridad del miedo, el cinismo, la indiferencia…
El corrupto etimológicamente viene del latín curruptus, que significa descompuesto, podrido o desintegrado, igualmente, se identifica como un degenerado de las normas y de los valores que estableció la sociedad. El corrupto es definido como: el que se apropia para su bien de un bien público. También consiste en afirmar, que es corrupto cuando ilícitamente pone su interés personal por encima de los intereses generales.
Desde Platón hasta Maquiavelo, se ha definido la corrupción como la creciente incapacidad del sistema político para alcanzar el interés público, es decir, para llegar al espacio en el cual la libertad y la seguridad pueden existir. Tajante por ello resulta la apreciación de Cortina según la cual “La tentación de utilizar el cargo público en beneficio privado es tal vez la cuestión más difícil de salvar. Habitualmente quien accede a un puesto administrativo considera que cuanto rodea al cargo le pertenece para su beneficio.
Y se puede mostrar en la definición de Transparencia Internacional. La corrupción como el mal uso del poder encomendado para obtener beneficios privados. Esta definición incluye tres elementos: 1) El mal uso del poder. 2) Un poder encomendado, es decir, puede estar en el sector público o privado. 3) Un beneficio privado, que no necesariamente se limita a beneficios personales para quien hace mal uso del poder, sino que puede incluir a miembros de su familia o amigos.
Se necesita hacer esfuerzos para crear conciencia colectiva sobre el impacto nefasto del corrupto y un rechazo social e igualmente incentivar la actuación de la sociedad civil en torno al cuidado de lo público, en especial a través de los ejercicios de control social en la información de un buen periodista.
Twitter: @LuisEduardoJB1