Por: César Camilo Hernández Hernández/ En la vida personal y laboral, hay momentos de hacer altos en el camino, para evaluar lo bueno y lo malo de lo realizado. En materia nacional es el tiempo para que el gobierno del Presidente Iván Duque Márquez, evalué el desempeño en general y particular por carteras, según lo que vive y necesita hoy el País, teniendo en cuenta hacia donde queremos proyectarnos a corto, mediano y largo plazo.
No hay espacio de pañitos de agua tibia, sino cambios concretos y significativos para enderezar una gestión regular, que se ve reflejada en el inconformismo, los pasos en falso y pocos resultados.
En materia de gobernabilidad, se ha visto un gobierno distante con el congreso, con el discurso de “cero mermelada”, pero sin ejercer otros mecanismos de acuerdo para facilitar el trámite de proyectos de ley que son vitales para el país.
No existen canales de comunicación y concertación, la independencia de los dos poderes, ejecutivo y legislativo es buena hasta cierto punto, desde una vista de transparencia.
En una nación que necesita acciones, políticas y leyes que generen empleo, inversión y calidad de vida, debe existir un trabajo en equipo mancomunado por el bien de los colombianos.
El gobierno actual es denominado, Duquista o Uribista, despotrican del anterior o el Santista, pero los mandos medios de los ministerios y las instituciones son de ese gobierno que critican, injurian y desprestigian.
Si bien en las cabezas de las carteras de esta administración son del hilo de Duque o Uribe, el continuismo en los equipos de dichas entidades ha prevalecido, por lo cual, en muchos casos, los manejos y decisiones son tomados a niveles sub alternos en contravía o entorpeciendo las políticas que promulga el señor Presidente.
Hay perfiles que son buenos y merecen seguir aportando, pero se debe gobernar con el equipo propio que cumpla con experiencia y conocimiento, pero con los mismos ideales.
¿Señor Presidente, cree que tiene el mejor equipo? Debemos aceptar que solo el 20% del gabinete sirve, los demás no saben dónde están parados, o les quedo grande el puesto. Es el tiempo de recapitular y armar un equipo competitivo, idóneo y renovador, crear muchas manos derechas que le permiten el logro de éxitos y objetivos trazados.
No hay que tenerlo miedo al cambio, pero un cambio real, no seguir rotando la pirinola para ver cuando sale “todos ganan”, a la suerte no podemos echar a los colombianos, llegó la hora de que encaminar el rumbo.
Y esta crítica Presidente, es constructiva y propositiva, no debemos caer en la oposición demagoga o populista, acá hay que aportar diciendo lo bueno y lo malo. usted es un líder que congrega, tiene un discurso profundo, donde plantea unas ideas de un país que debe girar hacia la innovación, emprendimiento y nuevas formas de progreso y desarrollo.
Todo lo anterior está muy bien, pero tiene un equipo que solo escribe y toma nota, quedándose todo en el papel, cero ejecución, acción e implementación.
Usted debe replantear ese esquema de gobernabilidad, donde sus políticas, ideas y proyectos trasciendan en las regiones, que se vea la mano ejecutoria, no solo planteamientos como los que se dan en los talleres Construyendo País, de los escritorios a los territorios por favor señor Presidente.
En fin, es tiempo de cambiar por el bien suyo y de los ciudadanos, ya el tiempo de prueba expiro. Los resultados deben verse en cada entidad para que así, sean reflejados en el bienestar y desarrollo de las familias colombianas.
Necesitamos un cambio fuerte, pero positivo, necesitamos líderes que sepan manejar todo el sector público, que trabajen con el gremial, que se apoyen en la academia y que todo lo irradien en la comunidad.
Pero señor presidente, la cabeza y la responsabilidad que esto sea realidad es de usted. Ánimo que es el tiempo justo.
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