El Papa Francisco, de 88 años, sufrió este lunes 3 de marzo dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, lo que obligó a los médicos a intervenir de inmediato.
Según el más reciente parte médico del Vaticano, la crisis fue provocada por una acumulación severa de secreciones en los bronquios, lo que derivó en un broncoespasmo y dificultó su respiración.
Para tratar la obstrucción, los especialistas realizaron dos broncoscopias y llevaron a cabo una aspiración de abundantes secreciones. Así mismo, se decidió retomar la ventilación mecánica no invasiva para estabilizar su cuadro clínico.
A pesar de estos procedimientos, los médicos mantienen un pronóstico reservado, destacando que la situación del Pontífice sigue siendo compleja y que podrían presentarse nuevos episodios de insuficiencia respiratoria.
En vigilia
El Papa Francisco fue hospitalizado el pasado 14 de febrero en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una infección respiratoria.
En un comunicado previo, la Santa Sede confirmó que padecía bronquitis y que los médicos habían detectado una infección en sus vías respiratorias. A lo largo de las últimas semanas, su estado de salud se había mantenido estable, aunque el viernes pasado ya había sufrido una crisis de broncoespasmo.
El Vaticano informó que, a pesar de la reciente recaída, el Papa Francisco descansó bien la noche del lunes, lo que brinda cierta tranquilidad dentro del delicado panorama de su recuperación.
No obstante, debido a su estado de salud, no podrá presidir la celebración del Miércoles de Ceniza el próximo 5 de marzo. En su lugar, la Eucaristía será oficiada por el Cardenal Angelo de Donatis, Penitenciario Mayor de la Iglesia.
La comunidad católica en todo el mundo sigue atenta a la evolución del Papa y se han multiplicado las muestras de apoyo y oraciones por su pronta recuperación.
APN Noticias