Después de un tiempo de oración, junto a tres amigos, surgió la idea de incursionar en la política. Estuvieron de acuerdo y se propuso el nombre de Luis Hernando Santamaría Ariza, para ser candidato al Concejo de Cimitarra. La idea fue efectiva porque más adelante volvió otra elección y Santamaría llegó a la Alcaldía de Cimitarra. Sus comienzos laborales fueron sin temor, comenzó a emprender con actividades comerciales como el alquiler de lavadoras y la venta de gas propano, momento en que surgió la idea de los amigos y él de lanzarse al Concejo.
El alcalde de Cimitarra, Luis Hernando Santamaría Ariza, cuenta que de cariño le dicen Lucho, contó además que proviene de “una familia campesina, mi madre Briceida Ariza Leal, me educó en amor y disciplina, soy el segundo de seis hijos, y tuve la oportunidad de aprender todas las labores del campo, tanto pecuarias como agrícolas, desde mis primeros años. Estoy convencido de que la institución más valiosa de la sociedad, es la familia, y el rol más importante de mi vida lo desempeño junto a mi esposa, Martha Lucía Quintero Cruz y mis tres hijos. Soy un hombre de fe, y considero que es fundamental el reconocimiento y el temor de Dios en toda mi vida”.
Empezó sus estudios primarios en la Escuela del corregimiento de Santa Rosa y los culminó en el Centro Docente Antonia Santos de la cabecera municipal. La secundaria la realizó en el Colegio Integrado del Carare, “con esfuerzo, al igual que muchos otros, y convencido de que esos logros me permitirían acceder a la vida laboral formal”. Dijo Lucho Santamaría que “en cuanto a estudios de nivel superior, realicé una Técnica Laboral de Asistente Administrativo, considerando que en ese momento me encontraba laborando con la Administración Municipal y era importante la preparación académica para el desempeño del cargo y mi superación personal”.
Nacido y criado en Cimitarra desde la niñez laboró en actividades como el ordeño, la siembra y limpieza de potreros, y otras actividades propias del campo. Posteriormente, dijo, “me desempeñé como lustrabotas, mesero de bares y restaurantes y conductor. Pero mi primera experiencia laboral formal, fue con una empresa del sector petrolero, en un trabajo de mucho esfuerzo físico, pero gratificante, me permitió viajar a diferentes regiones del país en proyectos que las empresas desarrollaban, aunque esto era de manera intermitente”.

Lucho dijo que ha contado “con la satisfacción de ser llamado a laborar con las empresas, que han visto en mí, el sentido de responsabilidad, la disciplina y entrega en los trabajos realizados. En los emprendimientos, conocí muchas personas que manifestaron su aprecio y agradecimiento por el servicio prestado y todo ello, fue el impulso para llevar adelante el proceso político que hoy ha dado frutos como este, el de ser el mandatario de los cimitarreños”.
“Ser un hombre de familia, el trabajo por las comunidades y contar con el respaldo y apoyo de personas que entienden la importancia de continuar con la transformación del Tejido Social en nuestro municipio”, son los aspectos por los cuales Lucho considera que pudo hacer parte del selecto grupo de Los Más Influyentes. Por ello no olvida “dar el primer lugar a Dios, porque sin Él, no es posible tener los logros, gracias a Él, tenemos el presente, es decir, el regalo de la vida y la oportunidad que nos brinda de trabajar por lo que se quiere”. Recomienda que “en la vida, hay que ir paso a paso con cada ocasión que se nos presenta, porque no es casualidad, sino, un momento que nos permitirá que nuestro carácter sea formado para los objetivos trazados, para la visión. Es necesario reconocer los principios de la vida y destacar los valores con los que hemos sido formados”.
Llegar a donde está no ha sido fácil, resume que “todos los logros en mi vida, han costado sacrificio. En muchas ocasiones junto a mi esposa y mis hijos nos vimos con carencia en la mesa y otras necesidades materiales, pero gracias a Dios, mi esposa e hijos estuvieron a mi lado de manera incondicional y siguen estando presentes pese a los sacrificios y la ausencia que en ocasiones se siente en el trabajo”. Pero también porque le reconocen un hábito: “Hay algo que mantengo en mi vida y considero importante para lograr los objetivos y es la disciplina. También hay otros hábitos importantes como la organización y la responsabilidad, que permitirán a nuestra sociedad un desarrollo en todas las áreas propuestas”.
Dijo que entre los aspectos que más lo impulsan a continuar está “mi familia. Dejar huella en mi hogar, en cuanto a la importancia de hacer lo que Dios pone a la mano y ver que los resultados Él los trae a su tiempo, es otra motivación más para seguir insistiendo en los objetivos propuestos. También servir a las personas es algo motivante, a pesar de momentos no gratos, pero es para ello que estamos en esta vida. Y contar con personas que han brindado de su tiempo y esfuerzo, muchos de ellos sin nada a cambio, llena de satisfacción y trae aliento para seguir adelante”.
“Hoy -dijo Lucho- estoy en este lugar gracias a Dios, a mi familia y a cada persona que ha apoyado este proceso, que procura no ser algo de paso, sino que transforme a nuestro municipio y a la región, y seamos un referente para nuestro país, de resistencia a pesar de las luchas, los problemas y dificultades, que ha tenido nuestra gente y espero que comprendamos por que debemos mirar hacia adelante entendiendo que todo eso nos hace imparables”.