El gobierno de Argentina está comprometido con la estabilización de la moneda y el cumplimiento de la meta fiscal acordada con el Fondo Monetario Internacional, aseguró el nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, al asumir su cargo este martes, a 68 días de las presidenciales.
«Garantizar el tipo de cambio como objetivo de primer orden en este proceso electoral» será su cometido, dijo el ministro luego de que la semana pasada la moneda se depreciara 20%.
«Garantizaremos el cumplimiento de las metas fiscales», en medio de los turbulencias del mercado tras el revés electoral del presidente liberal Mauricio Macri en las primarias del 11 de agosto, enfatizó.
Lacunza reemplaza a Nicolás Dujovne, quien ocupó el ministerio desde enero de 2017 y fue impulsor del acuerdo con el FMI de fuerte ajuste para llegar al equilibrio fiscal a cambio de un préstamo récord de 56.000 millones de dólares.
«El tipo de cambio está largamente por encima de su valor de equilibrio», afirmó Lacunza al referirse a la depreciación del peso.
La moneda argentina, que venía cayendo, revirtió la tendencia luego del mensaje y cerró a 57,39 pesos por dólar con una apreciación de 1,27% con respecto al viernes.
En cambio, la Bolsa de Buenos Aires se derrumbó en más de 10% siendo las acciones de las instituciones bancarias las que sufrieron mayores pérdidas, de hasta 15%.
La Bolsa reaccionó negativamente luego de que el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, asegurara que las reservas internacionales están disponibles para moderar el tipo de cambio y garantizar la estabilidad del sistema financiero.
«Creo que debe el presidente cuidar las reservas, pero parecen decididos a liquidarlas para mantener el precio del dólar», criticó Alberto Fernández, candidato por el kirchnerismo y favorito para ganar las presidenciales. «Yo dije que el dólar a 60 pesos está bien», insistió en una entrevista con Radio 10.
«Nadie quiere el default»
En un mensaje para tranquilizar a los ahorristas que recuerdan la crisis de 2001 y el ‘corralito’ que restringió la libre disposición de sus fondos, Sandleris aseguró que los bancos «tienen la liquidez suficiente para entregar sus depósitos a quienes lo requieran».
El lunes fue feriado en Argentina y no hubo actividad en los mercados de cambios ni bursátil. Pero se derrumbaron las acciones argentinas en Nueva York y el riesgo país medido por el JP Morgan superó los 1.800 puntos. Las calificadoras de riesgo Fitch y S&P degradaron el viernes la nota de la deuda argentina y la primera alertó sobre la posibilidad de una cesación de pagos.
En ese contexto, Lacunza hizo un llamado al diálogo a los candidatos presidenciales. «El mercado presta más atención al futuro que al presente. A veces más importante que lo que pueda hacer el gobierno es lo que pueda decir la oposición», dijo.
Fernández, que ya días atrás había descartado la posibilidad de una cesación de pagos en caso de que gane la presidencia, reiteró este martes que «nadie ha padecido más el default que yo, nadie lo quiere. Puedo ayudar a dar esta certeza».
Fernández evocó así el periodo en que fue jefe de gabinete de Néstor Kirchner (2003-2007), luego de que Argentina declaró la cesación de pagos sobre su deuda de 100.000 millones de dólares en 2001.
Argentina espera la llegada de una misión del FMI en los próximos días.
Más inflación
El presidente del Banco Central ratificó la meta de estabilidad en el mercado cambiario para evitar una profundización de la inflación (25% hasta julio), justo cuando comenzaba a mostrar una desaceleración.
«El salto reciente en el tipo de cambio está teniendo impacto negativo en los precios. La inflación subirá lamentablemente en septiembre y octubre», adelantó Sandleris.
Argentina se encuentra en recesión desde 2018, con un índice de pobreza de 32% y de desempleo en 10,1%. La inflación anualizada de 55% es de las más altas del mundo.
Norberto Ponte, dueño de una tienda en Buenos Aires, dijo a la AFP que vive la situación «con mucha inquietud, con mucha incertidumbre. Estoy sumamente preocupado por el futuro».
Lacunza, de 50 años, era hasta el viernes ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito que gobierna la oficialista María Eugenia Vidal. Allí trabajó junto a Sandleris antes de su pase al Banco Central.
Entre 2005 y 2010, durante los mandatos de Néstor y Cristina Kirchner, fue gerente del Banco Central. Cristina Kirchner es candidata a la vicepresidencia en la fórmula que encabeza Fernández.
El nuevo ministro «tiene buenas relaciones con funcionarios clave del gobierno. Es visto como competente debido a su desempeño en la provincia de Buenos Aires y era una de las pocas alternativas que tenía Macri», analizó el centro de estudios Eurasia Group.