Por: Marco Aurelio Quiroga Velasco/ Con un cáncer de cadera curado totalmente, el joven de 17 años (la misma nuestra), daba testimonio por toda Colombia de su milagro; en un libro llamado “mis memorias del memorial”, el hospital Memorial de Nueva York. Tuvimos la fortuna de hablar en el primer patio, frente a las escaleras que daban a la biblioteca nuestra.
En ese compartir, le hable de mis afanes literarios y él del amor por la política (su padre era su guía). En ese encuentro furtivo me recomendó la lectura del libro Megatendencias del 2.000 de Naisbitt John y otros; guardé silencio mientras subía con dificultad las escaleras y nos despedimos con la fraternidad y sencillez de dos jóvenes en su adolescencia. Cuando aspiró a ser Alcalde de su amada Cali, siempre hubo una oración.
En estos días lo recuerdo, cuando las noticias dan cuenta de la posesión como presidente de México, de una mujer y cuando a escasos 30 días los Estados Unidos de América podría repetir la historia eligiendo a Kamala Harris.
Creo que pasaron solo meses, para tener el libro recomendado. Ahora es tiempo justo para reconocer el valor de las diez megatendencias planteadas. Curiosamente una de ellas hablaba del protagonismo de la mujer (N°7); de la ruptura sociológica y política que ello significaría para las nuevas generaciones. Como una premonición me hice sociólogo y hombre público; en boca de Borges deberíamos hablar de la predestinación.
En América del Sur, ya Chile, Perú, y Argentina han sucumbido ante la fuerza renovadora y el peso académico del libro de las Megatendencias del 2.000.
La ruptura empieza en el derecho constitucional de elegir y luego de ser elegido. Una silla en las aulas universitarias, enormes responsabilidades en la vida privada, la práctica de deportes como el futbol (de hacer masculino), pilotear un avión, opinar en foros y escribir libros, etc, etc.
Ahora la discusión se concentra, en la transformación de las realidades socio-económicas donde la mano de la mujer es una sombra permanente; interesante desafío por el giro histórico.
La filosofía desde la epistemología, nos parece que tiene la norme obligación de abordar el fenómeno, toda vez que consideramos que no es solo un discurso político, ni reivindicante, ni activista, ni mucho menos. Estamos amigo lector, en una sencilla invitación al pragmatismo del conocimiento científico.
Después de 40 años de vida política, consideramos que en los próximas tres elecciones podríamos tener una mujer en la presidencia de la Republica. Es la gota de agua que cae sobre la misma piedra. Así de sencillo.
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*Abogado, sociólogo, profesor universitario