El anuncio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de renunciar a la carrera presidencial ha dado un nuevo impulso a la contienda electoral y ha abierto un escenario incierto para el país.
La vicepresidenta Kamala Harris, tras recibir el respaldo del mandatario como candidata, ha cosechado en las últimas horas una avalancha de apoyos en las filas demócratas.
La campaña de Biden ha pasado oficialmente a ser la campaña de la vicepresidenta, que ha recaudado 49,6 millones de dólares (45,5 millones de euros) en apenas una tarde gracias a donaciones de los militantes. “Mi intención es ganar esta nominación”, ha dicho Harris.
El expresidente Barack Obama elogió a Biden como “patriota” pero ni él ni la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, están de momento entre los demócratas que respaldan a Harris.
El candidato republicano Donald Trump ha reaccionado asegurando que Biden, de 81 años, no estaba en condiciones de presentarse. Los líderes republicanos le exigen que dimita ya.
El silencio de Obama
El silencio del expresidente Barack Obama sobre la candidatura de Kamala Harris —el domingo publicó una carta aplaudiendo la marcha del “patriota” Biden, que no incluía una sola palabra sobre las aspiraciones de su vicepresidenta— está dando que hablar, aunque no es algo nuevo que Obama apure los plazos antes de pronunciarse a favor de un aspirante.
En 2016, cuando aún era presidente, respaldó la candidatura de Hillary Clinton ante Bernie Sanders. Pero antes de hacerlo se mantuvo neutral y en silencio meses mientras se celebraban las elecciones primarias y caucus (asambleas electivas) que enfrentaban a ambos candidatos. Hasta que, en junio de ese año, un mes antes de la proclamación definitiva de Hillary Clinton, brindó su respaldo a la candidata.
En 2020, Obama se pronunció a favor de Joe Biden en abril como candidato demócrata a la Casa Blanca. Su respaldo llegó después de unas primarias que comenzaron un año antes con una veintena de aspirantes.
Obama guardó un escrupuloso silencio durante todo el proceso y se pronunció incluso después de que el rival de Biden, que de nuevo fue Bernie Sanders, le hubiera dado también su respaldo.