Por: Esperanza Valbuena López/ La línea ética, es el conjunto de principios morales o normas como la justicia, integridad, veracidad, autonomía que guían el comportamiento del individuo y la toma de decisiones.
La toma de decisiones conlleva a unas acciones éticamente correctas, en el marco de referencia moral, que contribuyen al desarrollo personal y del equipo de personas a quienes afectan las decisiones.
Dentro de los contextos en los que la línea ética tiene interpretaciones se encuentran: La ética personal, ética profesional, ética empresarial, ética política que en su conjunto parten del individuo con impacto social.
La ética personal, hace referencia a las acciones cotidianas que determinan si las decisiones y comportamientos son moralmente correctos o incorrectos desde el punto de vista de la integridad, honestidad, respeto, veracidad, justicia.
La ética profesional, hace referencia a los principios éticos y morales en el desempeño del ámbito laboral, como la integridad, confidencialidad, sana competencia, imparcialidad y responsabilidad.
En el desempeño profesional, la línea ética tiene un marco referencial con un componente normativo legal o circunstancial en relación con los clientes, paciente y comunidad empresarial.
La ética empresarial, hace referencia a los principios y normas legales o administrativas que adoptan las organizaciones y que conllevan a la responsabilidad empresarial relacional cotidiana con clientes, proveedores, empleados, medio ambiente.
Dentro de los aspectos que involucran la ética empresarial que impactan con sus decisiones y actividades empresariales están la transparencia, respeto, sostenibilidad, compromiso con la comunidad y cumplimento legal entre otros.
La ética empresarial contribuye a la creación de valor en términos de confianza entre la empresa y los inversores, consumidores, ente regulador, como también disminución del riesgo reputacional y rotación de empleados.
La ética política, tiene que ver con toma de decisiones correctas en el marco del ejercicio participativo, como estrategias influenciadoras que promuevan direccionamientos hacia la comunidad, región o país.
La ética política contribuye a la construcción permanente de un sistema democrático eficiente, que promueve el bienestar, la confianza pública y la generación de valor en la legitimidad del funcionamiento institucional.
Ser políticamente ético, implica mantener una confianza pública tanto del líder político, entidades gubernamentales como de los partidos políticos, de tal manera que se fortalezca la legitimidad y se reduzca la corrupción.
Ser políticamente ético, implica mantener el respeto por la democracia, establecer entornos políticos estables que reduzcan la polarización y busquen aproximación entre los diferentes espacios políticos.
Ser políticamente ético, implica generar un ambiente de confianza y credibilidad internacional e interinstitucional, donde prime las relaciones diplomáticas y la cooperación que genere valor a largo plazo.
Ser políticamente ético, inspira a otros lideres en la participación de espacios políticos y procesos democráticos con responsabilidad ética, buscando el relevo generacional en la construcción de sociedades justas, libres, estables y prósperas.
El pragmatismo de la línea ética en la política, nos lleva a la frase común:
Lo políticamente correcto o lo correctamente político”
Lo políticamente correcto, nos lleva a la adopción de normas sociales predominantes, que se han aceptado a lo largo de la historia, normas sociales que probablemente lleguen a saltar la línea ética.
En lo políticamente correcto la narrativa evita el uso de términos o acciones ofensivas, discriminatorias o excluyentes, que minimizan el impacto de saltar la línea ética y potencializan la aceptación de las decisiones incorrectas.
Lo correctamente político en la toma de decisiones no salta la línea ética, respeta las normas legales y sociales, respeta la legitimidad de las instituciones, respeta la sistematización de los procesos.
Lo correctamente político, se rige por los protocolos establecidos legales o sociales, en la formalización de actividades, reuniones, eventos, sesiones, conclaves políticos.
Lo correctamente político, permite la participación incluyente de la sociedad en la política, de manera negociada, constructiva, transparente, sin dar lugar a la coerción e imposición en la apertura participativa.
Lo correctamente político, actúa de manera transparente ante la comunidad y sus electores en la toma de decisiones ejecutivas, legislativas y judiciales, rindiendo cuentas públicas del quehacer periódicamente.
Lo políticamente correcto, prioriza
Lo políticamente correcto, en su narrativa utiliza un lenguaje que minimice el riesgo de provocar conflictos y tensiones innecesarias y provocaciones, de igual manera será cuidadoso de mantener un lenguaje moderado, cortes y sin abusar de los eufemismos.
¿Cuál es la realidad en la aplicabilidad de la línea ética política? ¿La permisividad o pasividad en exponer lo políticamente correcto, es saltar la línea ética como sociedad? ¿Cómo individuo socialmente activo, ser indiferente ante el ejercicio político de lideres que cruzan la línea ética para beneficio personal, le excluye de responsabilidad social?
Queridas lideresas… aún todo no está contado, sin decir nada.
Invitación especial para todas aquellas mujeres que han sido formadas en el servicio, en la labor que nos inspira a dar lo mejor de nosotras para otros.
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*Licenciada en Matemáticas, Especialista en Educación Matemática Especialista en Orientación Vocacional y Profesional, Especialista en Pedagogía para el Desarrollo de la Inteligencia, Magister en Finanzas, Líder Política Departamental y Nacional.
X: @EsperanzaValb12