El reconocimiento del Estado palestino por parte de España, Irlanda y Noruega, que había sido anunciado hace una semana, se hizo oficial este martes 28 de mayo, pese a la reacción de Israel, que luego de siete meses de conflicto en Gaza, está siendo observado de cerca por la comunidad internacional, que ha condenado y se ha indignado por los ataques a civiles en medio de su ofensiva para exterminar a Hamás en el enclave.
Estos tres países no son los únicos que están interesados en apoyar la existencia de un Estado palestino. Más de 140 de los 193 miembros de las Naciones Unidas piensan de manera similar, entre ellos la mayor parte del Sur global, Rusia, China e India.
Lo que buscan estas naciones, argumentan, es acelerar los esfuerzos para garantizar un alto el fuego en la escalada de conflicto que libra Israel contra el grupo islamista que gobierna Gaza, que ya ha dejado más de 36.000 muertos y, de acuerdo con el ministerio de Sanidad gazatí.
Sin embargo, la declaración —en este caso de las tres naciones— es más que nada simbólica. La esperanza es que otros países de la Unión Europea sigan su ejemplo.
«Esperamos que nuestro reconocimiento y nuestras razones contribuyan a que otros países occidentales sigan este camino, porque cuantos más seamos, más fuerza tendremos para imponer un alto el fuego», declaró el 22 de mayo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Los tres países reconocen un Estado palestino con fronteras que se demarcarían como antes de 1967, con Jerusalén como capital de ambas naciones.
Esta medida puede elevar los protocolos diplomáticos con oficinas de representación en Cisjordania convertidas en embajadas de pleno derecho.
España e Irlanda son los países de mayor tamaño e influencia política entre los 27 que reconocen un Estado palestino, entre los que están Suecia, Chipre, Hungría, la República Checa, Polonia, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria.
En los últimos meses, Gran Bretaña, Australia, Malta y Eslovenia, miembros de la UE, han indicado que podrían seguir su ejemplo.
Al respecto, Mahmud Ridha Abás, presidente de la Autoridad Palestina, en un comunicado divulgado por la agencia oficial de noticias palestina Wafa, dijo:
La Presidencia palestina da la bienvenida a las valientes y audaces posiciones políticas europeas, especialmente las adoptadas por España, Irlanda y Noruega, que reconocieron el Estado de Palestina
No obstante, también se ha validado otro punto de vista defendido por Francia, que asegura que no es el momento de reconocer la condición de Estado de Palestina; secundado por Alemania – que apoya a Israel- y Estados Unidos, que rechazan un enfoque unilateral, insistiendo en que la solución de los dos Estados sólo se logrará mediante el diálogo.
La respuesta de Israel ha sido retirar a sus embajadores de Madrid, Oslo y Dublín, y convocar a los embajadores de estos países para mostrarles vídeos de israelíes tomados como rehenes por Hamás.
Además, impidió que España prestara servicios consulares a los palestinos de Cisjordania y acusó a ese país de ayudar a Hamás. Lo que ha hecho que España intensifique las críticas y califique el conflicto de Gaza como «auténtico genocidio».
A su vez, España alzó la voz, el lunes 27 de mayo, diciendo que pedirá a otros miembros de la UE que respalden oficialmente la orden de la Corte Internacional de Justicia de la semana pasada, para que Israel detenga su asalto militar a la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.
Justo ayer, 27 de mayo, un bombardeo letal impactó un campamento de desplazados internos en Rafah, en el extremo sur de Gaza, dejando al menos 45 muertos; lo que es considerado por Netanyahu como un «trágico error», que será investigado.
El Consejo de Seguridad de la ONU —convocado por Argelia — se reunirá de emergencia para abordar la situación.
«No hay ningún lugar seguro en Gaza. Este horror debe terminar», publicó en las redes sociales el secretario general de la ONU, António Guterres.