Por: Édgar Armando Marín Ardila/ Muy nutridas estuvieron las marchas del domingo en contra del actual gobierno en todo el territorio nacional lo cual es sinónimo de que el inconformismo del pueblo es general contra el mandato popular del presidente Gustavo Petro en lo que va de su gobierno, el cual, para muchos, ha sido muy bueno como para la gran mayoría pésimo, tal como lo confirman los asistentes a las marchas.
De las inconformidades más visibles para los ciudadanos del actual gobierno esta la inseguridad, el aumento de las actividades del narcotráfico, del aumento de la corrupción pública como es el caso Sarabia, el de los carrotanques como en la campaña con el caso de Nicolás Petro, de la financiación con dinero de las estafas en criptomonedas, de los pre acuerdos con los internos en las cárceles de máxima seguridad, los reiterativos escándalos de Piedad Córdoba (QEPD), entre otros más con impacto nacional que hoy claman los ciudadanos que sean investigados para que en el país del Sagrado Corazón se de por fin aplicabilidad a las leyes por la vulneración de los topes de campaña, de financiación ilegal entre otras conductas punibles que se hubiesen podido cometer al igual que cada cuatro años en las campañas anteriores pero que a la fecha no ha pasado nada ni con Petro ni con ningún expresidente de la República de Colombia como Samper, Uribe, Santos y Duque.
Sin embargo, la reacción del Presidente Petro ante el clamor popular del pueblo colombiano fue minimizar y caricaturizar las nutridas marchas diciendo que son las clases altas las que están inconformes con su gobierno pero al paso que vamos el pueblo siempre tiene la razón en las urnas y vamos a ver como Colombia gira nuevamente a la derecha porque el gobierno de Petro a estancado aún más la economía nacional con efectos en el desempleo que a su vez conlleva a la migración de muchos colombianos a los Estados Unidos, España, entre otros países europeos, en busca de mejores oportunidades laborales en un mercado totalmente nuevo y con una competencia laboral globalizada donde no es nada fácil volver a empezar de cero.
Los inversionistas también desaceleraron sus inversiones por el temor de que la economía nacional sea intervenida por el Estado como ocurrió en Venezuela con ese gobierno de izquierda que tiene un país rico sumido en la pobreza extrema de sus ciudadanos los cuales también han migrado al mundo entero y uno de sus lugares preferidos por la cercanía a sido Colombia donde sin lugar a dudas han desplazado la fuerza laboral local por la venezolana que es más económica para los empleadores que buscan reducir costos en sus negocios o empresas con mano de obra calificada y no calificada a menor precio.
Hay dos opciones en el corto plazo con el gobierno y los ciudadanos, la primera que el gobierno realice acciones que conlleven a mejorar la economía, la seguridad, el trabajo, a dinamizar la construcción de obras civiles que generen desarrollo y generen un efecto multiplicador en la economía que la conduzcan al crecimiento económico tan anhelado por los colombianos.
Y la segunda que el inconformismo de los colombianos aumente y se convierta en un efecto multiplicador en contra del gobierno que contribuya a elegir al próximo presidente de Colombia de Centro o Derecha para dar un giro contundente y salir de esta mala experiencia que fue elegir a un presidente de izquierda el cual no dio la talla y postergo la oportunidad en por los menos unos 20 años más para que un gobierno de izquierda regrese al poder y se cumpla con el tutelo de Álvaro Salón Becerra en su libro al pueblo nunca le toca.
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*Abogado y Administrador Público
Súper tu publicación «lateral por las inconformidades de mal gobierno»……