Por: Juana Yolanda Bazán Achury/ He recibido muchos comentarios de amigos y comunidad en general, relacionados con el desempeño durante estos 100 días de la nueva administración de Bucaramanga; en cabeza del pastor Jaime Andrés Beltrán Martínez, pese a que 100 días de gobierno del mandatario local, son realmente pocos para poder calificarlo, la percepción de la gente es que se ha avanzado muy poco en proporción a las expectativas del ciudadano.
Las inquietudes siguen latentes frente a los problemas que aquejan a la otrora ciudad bonita, siempre con la expectativa y la fe puesta en un nuevo mandatario que si bien había sido concejal no tiene la carga de ser un varón político, sino una persona que según lo consideran muchos ciudadanos a ejercido la actividad pública decentemente.
Han proliferado los problemas como: la invasión del espacio público, no hay un solo lugar de la ciudad donde no exista la toma del espacio que es de todos, contrabandean el alumbrado público a ojos vista de todos.
Los negocios de comida callejeros no tienen ningún control, la Secretaría de Salud ejerció la semana anterior un control a los restaurantes de la ciudad, lo cual parece muy bien; pero uno se pregunta quien controla a las ventas callejeras, donde la gente se aglomera a consumir estos productos que se preparan sin ninguna asepsia y que carecen por completo del control sanitario, los manipuladores no usan tapabocas, ni guantes ni tiene acceso a agua potable, como a los servicios necesarios para la buena conservación de alimentos, que reciben en la calle toda la contaminación por la polución.
Manifiestan los ciudadanos que los parques, que en otro tiempo fueron espacios de esparcimiento, están completamente cooptados por los comercios informales de toda índole sin ningún control, y a la orden del día están los consumidores de sustancias psicoactivas, además prolifera la delincuencia,
Un parque emblemático como el de San Pio, ha sido tomado por vendedores informales, en todas las esquinas que no son cuatro, esto es un bazar persa. Desde un puesto de alimentos preparados creemos, en las peores condiciones de aseo por la forma de venta, la higiene brilla por su ausencia,
Se han enviado múltiples requerimientos a las autoridades que les compete el espacio público, pero los reclamos no han hecho eco.
La situación del mototaxismo esta presente, los motociclistas no respetan las señales de tránsito, hacen cruces prohibidos, no respetan las cebras, ni lo semáforos en rojo, ni al peatón, ni los límites de velocidad, no están regulados, muchos no tienen pase, ni seguro obligatorio en fin eso no ha mejorado.
Las terminales de transporte público piratas ubicadas en cabecera en la calle 48 y el parque San Pio, cada día esta mas abultada la piratería, no hay quien soluciones este problema, los terminalitos proliferan en el centro y se trasladaron a cabecera.
La seguridad no ha mejorado en nada, los medios denuncian que esta semana en Bucaramanga, hubo seis asesinatos. El hurto sigue en las calles, así como el atraco.
Los sectores nocturnos, como la mal llamada cuadra play, sigue siendo un caos y un desorden total, con propagación de licor y drogas este no es un lugar adecuado para la zona de esparcimiento nocturno, no cuenta con zonas de parqueo suficiente, la calle 48 es una arteria principal para la movilidad en cabecera y permanece después de las 8 pm intransitable, se parquean a los dos costados de la vía, la policía es un adorno que ha puesto el gobierno como un espantapájaros.
Debe la Administración evaluar y decidir trasladar la zona de esparcimiento a un lugar en el cual se facilite la movilidad, donde no se obstruya el trafico y no perturbe la tranquilidad de los residentes.
La contaminación auditiva y visual es exagerada, cada dueño de negocio se cree con el derecho de colocar un parlante hacia la calle, a la entrada de su establecimiento con el mayor volumen posible, ocurre lo propio con el diseño publicitario de muchos establecimientos, además de las personas que actúan como anunciantes invitando al negocio.
De un tiempo acá los indigentes mal llamados habitantes de calle se adueñaron de las aceras y de los parques, en las noches esparcen la basura creando mayor caos y desorden, se requiere una política pública de atención a esta comunidad.
No hay respeto, no hay civismo, no hay amor por la ciudad, que tristeza da nuestra Bucaramanga
Los ciudadanos seguimos con la expectativa de que Bucaramanga se recupere, Señor alcalde el tiempo corre en contra del gobernante, se requiere acción urgente, los problemas son de una enorme magnitud, le quedan tres años y nueve meses, queremos ver resultados. Usted es el alcalde de todos gobierne.
…
*Exrepresentante a la Cámara por Santander.
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor)