Por: Javier Quintero Rodríguez/ Un episodio que me impactó en la niñez fue la muerte repentina de un amigo muy cercano de mi padre, prácticamente un tío, del que supe un día cualquiera que había sufrido un infarto fulminante. Tiempo después se hablaba en mi familia con tristeza y pesar, que este amigo habría mantenido preocupaciones relacionadas con la salud financiera de su empresa y negocios, que a su vez afectarían la situación de su familia. Hoy sé que la causa real de este episodio se llama estrés financiero, una subespecie muy común del estrés. Sé también que este es determinante de un sin número de enfermedades conocidas y desconocidas. Encontrarse en esa realidad puede ser tan abrumador que lleva a conclusiones erradas como las de ver únicamente un callejón sin salida donde las alternativas de acción son contraproducentes o, por lo menos, improductivas.
La bibliografía de finanzas personales puede ser muy extensa, pero un artículo reciente de la revista Time, escrito por Aja McClanahan, hace un corto pero eficiente listado de tips para el manejo del estrés financiero que quisiera compartir:
1- Encontrar el origen del estrés, que puede ser la incapacidad de pagar los compromisos mensuales a tiempo, un alto endeudamiento, no tener ahorros para emergencias, perder el empleo o estar en peligro de que esto suceda. Encontrar la raíz o raíces del problema nos ayudará a enfocarnos en estas. Idealmente debemos escribir el problema con ideas sobre posibles soluciones.
2- Construir un presupuesto o plan de pagos, lo que inmediatamente aliviará parte del estrés. Hay que tener claridad sobre el ingreso neto, lo que realmente entra a su cuenta mensualmente. Luego, llevar un control de los gastos clasificándolos para concluir cuales son indispensables y de cuales se puede prescindir. Está claro que los gastos nunca deben ser superiores a los ingresos y la diferencia significará un ahorro o dinero destinado a pagar deudas y aliviar parcialmente el estrés.
3- Comience un fondo de emergencia. Saber que se cuenta con un ahorro para imprevistos da tranquilidad sobre eventos de los que difícilmente nos libraremos como daños de la casa o el carro, un evento de salud o laboral. Se puede empezar por un valor pequeño y, en la medida de los posible, irlo aumentando. Este fondo podría estar guardado en un CDT o algún producto que dé mejores rendimientos.
4- Aumente sus ingresos. Así sea de manera temporal, busque formas de lograr un ingreso adicional. Cambiar de trabajo puede tomar varios meses, así que una opción que vale la pena es buscar un aumento o, un poco más fácil, trabajar horas extras. Hoy en día hay alternativas inmediatas y fáciles de lograr ingresos adicionales como el trabajo para plataformas de transporte o domicilios.
5- Automatizar pagos. Esto evita adicionar más estrés por servicios como los seguros o el celular que generan un problema cuando no se pagan por olvido, por viaje, o cualquier otra situación. Las tarjetas de crédito tienen la opción de descontar el pago mínimo desde la cuenta de ahorros y esto asegura estar siempre al día.
6- Mejore su estilo de comunicación. El estrés financiero puede tener mucho que ver con la comunicación en pareja. Vale la pena aprender formas de comunicación saludable y asertiva en el hogar que incluya discusiones sobre los siempre delicados asuntos financieros.
7- Busque ayuda profesional. Una mirada externa y experta puede ayudarle a identificar áreas donde se puede mejorar el manejo financiero.
La próxima vez que se sienta “en los rines” en términos financieros, puede aplicar algunos de estos tips para bajar su estrés y comenzar a trabajar por un alivio que le dé paz en vida.
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*Economista, MBA.
Twitter: @javierquinteror