Rusia lanza drones iraníes en su renovada ofensiva contra Ucrania. Se abren cuestionamientos sobre el posible papel de Teherán y Beijing en el conflicto.
El suelo ucraniano se vio impactado este martes 18 de octubre por una nueva avalancha de ataques con aviones no tripulados Shahed-136, conocidos como drones kamikaze, que Kiev y Occidente afirman son de fabricación iraní.
Las embestidas de las últimas horas afectaron infraestructura civil crítica a lo largo del país. Los ataques alcanzaron una instalación de energía en Kiev, la capital del país, y dañaron severamente la infraestructura en Dnipro, en el este, Járkiv, en el noreste, y Mikoláiv, en el sur, según confirmaron las autoridades locales.
Los asaltos también cortaron el suministro de energía y agua en todo Zhytomyr, una ciudad con bases militares, en momentos en los que Moscú intensifica lo que parece una campaña deliberada para destruir las instalaciones de electricidad y agua de cara al invierno.
El presidente Volodímir Zelenski aseguró que los ataques aéreos rusos han destruido el 30% de las centrales eléctricas del país atacado desde el pasado 10 de octubre.
Zelenski acusó al Kremlin de aterrorizar y matar a civiles con estas acciones, que este martes deja al menos dos personas muertas solo en Kiev. En Mikoláiv un hombre murió cuando un misil se estrelló contra un edificio de apartamentos.
El lunes 17 de octubre, las agresiones cobraron la vida de al menos cuatro residentes en otras ciudades.
Tras los grandes reveses que sufrieron las tropas rusas en los dos últimos meses, en los que Kiev recuperó extensas franjas de territorios y expulsó a los soldados invasores de la región de Járkiv, el presidente Vladimir Putin lanzó una renovada estrategia de guerra.
Entre otras acciones, a principios de este mes Putin nombró a Sergei Suvorikin como comandante general de lo que Moscú llama su «operación especial». Bajo dirección del hombre que sirvió en Siria y Chechenia y es apodado ‘General Armagedón’ por los medios rusos debido a su dureza, los militares de Moscú han perpetrado la mayor ola de ataques con misiles contra Ucrania desde que inició la invasión el pasado 24 de febrero.
¿Por qué Occidente tiene bajo la mira el posible papel de Irán y China en la guerra rusa?
Los drones kamikaze con los que Kiev y sus aliados occidentales sostienen que Rusia está generando importantes golpes a civiles y a la infraestructura energética del país, son muy precisos y causan la mayor destrucción posible ya que pueden volar hasta 2.500 kilómetros.
Para Estados Unidos, no hay duda de que son fabricados por Irán y suministrados a Moscú. De hecho, se trata de armas conocidas como Geran o Shahed, que significa “mártir”, en el mundo islámico.
Pueden llegar a objetivos más concretos, a diferencia de los misiles grandes, que tienen un margen de error de 800 metros.
Mientras el Kremlin no confirma ni desmiente el origen de los aviones no tripulados con los que ha renovado sus ataques, Irán niega que esté suministrando esos drones a las tropas rusas.
Sin embargo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, acusó a Teherán de “mentir” y aseguró que Washington tiene pruebas de que ese tipo de armas iraníes están siendo empleadas por Moscú contra objetivos tanto militares como civiles en suelo ucraniano.
«Llevamos advirtiendo desde julio que Irán estaba planeando vender aeronaves no tripuladas a Rusia para usar contra Ucrania (…) También expusimos públicamente que Rusia ha recibido aviones no tripulados de Irán, mientras que los operadores rusos siguen recibiendo formación iraní sobre la utilización de los mismos», aseveró Jean-Pierre.
Asimismo, se abren los cuestionamientos desde Occidente sobre el posible papel de China en la nueva estrategia de Moscú en la guerra, ya que los materiales con los que esos drones son fabricados provienen del gigante asiático.
En medio de las sanciones internacionales contra el Kremlin por el conflicto en Ucrania y contra la República Islámica por su programa nuclear- que entre otras medidas prohíben los viajes de funcionarios iraníes al extranjero y bloquean sus cuentas bancarias en el exterior- no está claro cómo ha llegado esa clase de drones a Rusia.
Estados Unidos, Reino Unido y Francia señalan que el presunto hecho de que Teherán suministre esas armas a Moscú, viola una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que respaldó el Acuerdo nuclear de 2015 entre el Gobierno iraní y seis potencias.
Pese a las advertencias, la portavoz del Gobierno de Joe Biden también indicó que Irán considera la venta de “armas más destructivas para apoyar la invasión a la que dice oponerse”.