Por: Álvaro Ruiz Rodríguez/ En el artículo anterior dijimos que el resultado de la primera vuelta electoral fue la manifestación de la ciudadanía por el hastío de los gobiernos de los últimos años. En resumen, le dijo no al continuismo.
Y es que especialmente el presente gobierno ha sido un completo desastre. Ha llevado a Colombia a tener los peores indicadores de gestión social, especialmente en tema de justicia social; somos el país con mayor desigualdad social de la Región. Por lo mismo la riqueza se ha venido concentrado en menos del 10% de la población. Entre tanto la pobreza llega al 38% (21 millones de personas), todo gracias a las políticas públicas neoliberales que han arruinado el agro, así como el aparato productivo del país, generando desempleo y hambre en la mayoría de la población.
Sin embargo, el presidente ególatra Duque se atrevió a decir que si hubiese reelección en Colombia él sería reelecto. ¡Qué desfachatez! Le tocó decirlo en el extranjero y en inglés para tratar de engañar incautos que no lo conocen porque él sabe que en realidad es un absoluto inepto. ¡Es cinismo extremo!
Y es que, más allá de la utilización de permanentes eufemismos, Duque ha demostrado desprecio por la ley como lo hizo recientemente en forma calculada y dolosa, suspendiendo la ley de garantías aplicables al actual proceso electoral. Era lógico que la Corte Constitucional declarara inexequible y se suspendiera el Decreto que la modificaba, pero el daño ya estaba hecho (plata es plata) y desde luego el delito cometido (se espera que sea investigado y castigado).
Otra demostración de su proclividad a no acatar la ley y hacer lo que le parezca, son sus continuas intervenciones en política en el presente proceso electoral. Claro se siente blindado por los entes de control, especialmente con la procuradora de bolsillo que tiene.
Recientemente el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagué, emitió orden de arresto domiciliario a Duque (cinco días), por desacato a fallo de tutela relacionado con acciones no ejecutadas en defensa del Parque Natural Nacional los Nevados, ordenado y ratificado por la Corte el 1 de diciembre de 2020, con plazo de un año para cumplirse. Naturalmente que Duque reaccionó diciendo que ese fallo era inconstitucional… Es posible que sí, pero es lo mismo que él hace. Le están dando de su propia medicina. Y claro le golpean su inflado ego y su espíritu dictatorial. Conociendo el desprecio que tiene a la ley, lo más seguro es que no acate dicho fallo.
Las menciones anteriores son para que tengamos un punto de referencia de lo que significa un mandatario que desprecia la ley.
El candidato Hernández lo ha dicho explícitamente que “me limpio el culo con la ley”. Y efectivamente hay grabaciones en las que ordena cometer actos por fuera de la ley, a pesar de las advertencias que hacen los subalternos con el fin de evitar cometer los ilícitos…. O sea que el candidato tiene desprecio por la ley y actúa consecuentemente; Duque en cambio, también tiene desprecio por la ley, no lo dice, pero actúa en ese sentido (es además hipócrita).
Es importante que estimemos el riesgo que significa para el país darle poder a un sociópata que además desprecia la ley….
Ya empieza a mostrar los dientes y anunció que una vez posesionado iniciará con un Decreto de Conmoción Interior (calcado al inicio de Uribe). Todavía no ha dicho cuál es la motivación que justifique dicho Decreto. Evidentemente su deseo de fondo es gobernar inicialmente por Decreto, anulando el poder Legislativo, para dar rienda suelta a su talante dictatorial. ¿Esa es la Democracia que dicen defender?
En realidad, nuestra democracia está realmente amenazada con la participación en el balotaje de un candidato de las características de Hernández.
Para que haya un verdadero cambio en Colombia es necesario que se legisle priorizando a los seres humanos por encima del dinero. Justamente es la característica que no tiene el Ingeniero Hernández. Sencillamente debemos preguntarnos si ¿un gobierno apoyado por Alvaro Uribe, Andrés Pastrana y César Gaviria, sería un gobierno de cambio?
Haciendo un paréntesis, en esta ocasión quiero hacer referencia a clases de introducción a la filosofía que tuve el privilegio de escuchar en el colegio de bachillerato, en el salesiano de Bucaramanga. Es acerca del axioma: “El hombre no es libre ante la verdad ni ante la bondad”. Para explicarlo en forma sencilla el profesor nos indicaba que 2 + 2 = 4 y no podemos negarlo. No tenemos libertad para negarlo. No podemos decir algo diferente. Igualmente, no somos libres para negar que “el beneficio común prima sobre el beneficio particular”. Tampoco somos libres ante la bondad; no podemos negarla o ignorarla.
Precisamente considerando este axioma, no he logrado entender el apoyo que está teniendo el ingeniero Hernández a pesar de todo el comportamiento sociópata que ha evidenciado, con prácticas políticas deleznables, llegando a la misantropía. Es una demostración del grado de enfermedad de nuestra sociedad.
Es evidente que la mayoría de la votación por el ingeniero Hernández no es por su talante de estadista que no lo tiene, ni por su capacidad real de acabar con la corrupción que tampoco la tiene (está imputado por corrupción ante la fiscalía). Simplemente ese electorado vota por el temor y odio que le han infundido a la sociedad en contra de Petro.
El derrumbe moral de nuestra sociedad es fruto de las políticas neoliberales; pero ahora estamos evidenciando algo aún más grave: ¡Falta de dignidad! Lo único que nos queda y no podemos perder es la dignidad porque ahí sí, todo lo demás será perdido.
Francia Márquez con su tesonera lucha que ha librado por su comunidad, por los temas ambientales, por su familia, por su hogar, por sus ideales y ahora en su postulación a la vicepresidencia, nos viene indicando el camino correcto y tenemos que hacer propio su lema: “hasta que la dignidad se haga costumbre”.
Por la misma degradación moral de nuestra sociedad a la que hemos llegado, la campaña presidencial se ha tornado muy agresiva y han recurrido a bajezas con desinformación y mentiras sin ningún respeto por los propios candidatos y la comunidad en general.
Aquí vale la pena recordar una frase memorable del estadista liberal asesinado Jorge Eliecer Gaitán. “Más vale una bandera limpia y solitaria en una cumbre, que mil banderas tendidas en el lodo”.
Sabemos lo transcendental que resulta esta elección. Como nación tenemos los indicadores sociales más bajos de toda la Región.
Tenemos la oportunidad de lograr un punto de inflexión favorable en el rumbo de nuestra historia, gracias al conocimiento, la experiencia y sobre todo la voluntad de Gustavo Petro que tiene un programa integral de desarrollo sostenible en Colombia priorizando la vida, empezando por lograr la paz atendiendo inmediatamente los compromisos de los Acuerdos de paz incumplidos por el gobierno Duque.
No es exageración afirmar que, en este momento, el país necesita a Petro quien en equipo con Francia Márquez tienen el programa adecuado para dignificar nuestra sociedad y sacarla del hueco a donde la han llevado los últimos gobiernos que hemos tenido.
¡Por todo esto los exhorto, les ruego que salvemos a Colombia votando por Gustavo Petro!
…
*Ingeniero Mecánico (UIS) y Máster en Administración de Empresas (USTA).
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).